Al momento de escribir estas líneas, dos sucesos altamente mediáticos atiborran de memes mi teléfono: el caso de las tiendas SYR y la goleada que España recetó a nuestra selección de fútbol en Catar.

Para esa gente dichosa que tanto envidio porque nunca se da cuenta de nada y para la gente del futuro que lea estas líneas y no sepa qué fue lo de las tiendas SYR porque en ese futuro nadie va a acordarse, lo resumo de la siguiente forma: se viralizó una grabación que muestra el momento en que dos empleadas de dicha cadena de tiendas recibían varios golpes con tubos de metal como castigo por un supuesto robo que, según se supo después, nunca se dio. La opinión pública ardió con el video y se supo que no era la primera vez que sucedían agresiones de ese tipo en la misma cadena de tiendas. Diversas autoridades intervinieron y resultó que había irregularidades de todo tipo en las locales: irrespeto al salario mínimo, jornadas de trabajo abusivas, contratación de menores de edad, trabajadores extranjeros indocumentados, deudas con la CCSS y Hacienda, problemas con permisos y patentes, quejas por el ruido y, desde luego, una afición por garrotear a la gente.

De la goleada en Catar no hace falta que diga nada porque tendrán que agotarse generaciones enteras de costarricenses para que se olvide. Y ese es el punto: en cuestión de tiempo, casi nadie en Costa Rica va a acordarse de lo que pasó en las tiendas SYR. Va a ser otra sensación mediática efímera después de la cual todo va a seguir como si nada.

Curiosamente, la goleada de España le ha dado un poco más de cuerda al tema de las tiendas SYR gracias a los memes donde se compara una garroteada con la otra. Pero ya todos sabemos lo que va a suceder: vendrán otras noticias y otros partidos, otras polémicas de corta duración y muchos, pero muchísimos otros memes. La imagen de las dos trabajadoras agredidas —una de ellas inmóvil, resignada, esperando que todo terminara; la otra protegiéndose con un brazo y pidiendo clemencia— quedará muy atrás en el tiempo y la memoria, como algo cada vez menos importante, mientras los siete goles propinados por España serán recordados en cada partido que tenga la Sele en los próximos siglos. Los que ahorita se están cuidando porque el foco todavía les anda cerca volverán a incumplir con la Caja y Hacienda, volverán a violar los derechos de los trabajadores, volverán a garrotear a la gente, sea en sentido literal o figurado, volverán a hacer todo como siempre lo han hecho y ciertas autoridades volverán a hacerse de la vista gorda hasta que otro escandalillo de tres días las ponga a correr y todo se repita.

Cuando se preguntó al presidente de la república sobre cuáles autoridades intervendrían en el caso de las tiendas SYR, Rodrigo Chaves respondió, con su habitual suficiencia: “Todas”. Y, en efecto, intervinieron autoridades judiciales, Casa Presidencial, el INS, Migración, la Municipalidad de San José, la Caja y los ministerios de Hacienda, Salud y Trabajo. Muy bien. Excelente. Pero que no se quede ahí, que no haga falta una efervescencia mediática para actuar con esta resolución.

Todos conocemos a alguien o hemos oído hablar sobre alguien o hasta podríamos ser ese alguien que ha sufrido maltratos en su lugar de trabajo. No hace falta recibir una paliza para ser objeto de violencia; la garroteada puede ser verbal, psicológica, institucional. Me encantaría preguntar al presidente cuáles autoridades van a intervenir contra el flagelo del hostigamiento laboral, que él responda con la misma certeza “todas” y de inmediato verlas actuar. En este mundo de redes sociales, es comprensible que todo se haya desatado por un video, así como es esperable que se actúe más bajo la presión mediática. Pero actuemos también cuando se denuncia por los canales habituales, que muchas veces parecieran hechos a propósito para desestimular la denuncia.

No dejemos que el tema de turno simplemente se olvide. Hay demasiada gente que está pasándola muy mal y deseando que el mayor de sus problemas fueran los goles de un partido. Tampoco digo que hagamos conversación inútil sobre el tema todos los días o que peguemos el logo de las tiendas SYR en el espejo del baño. Lo que digo es que haya continuidad en las medidas de las autoridades, que se mejoren los canales de denuncia y que denunciemos, que no sigamos normalizando el encubrimiento. Se habla mucho de la cultura de la cancelación en esta época; entonces, que la presión mediática sea concertada y sirva para cancelar los negocios, las empresas, las marcas. Si la gente se pone de acuerdo para hacerle un gesto a un equipo de fútbol en un estadio, ¿por qué no a alguien que esté cometiendo algo infinitamente más grave en contra de la gente?

En fin, sigamos viendo memes, pero no olvidemos la garroteada.

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