"Ana" retiró una denuncia contra la UCR en el Contencioso Administrativo tras un compromiso del rector que señalaba que resolverían sus denuncias de acoso y que, a la fecha, no se ha cumplido.

El caso de "Ana", una estudiante de Dermatología del programa de posgrados de medicina de la Universidad de Costa Rica (UCR) que denunció a varios profesores por acoso académico y laboral, tomó un nuevo giro esta semana, luego de que la doctora acusara nuevamente a la entidad académica, esta vez por estar incumpliendo un acuerdo en el que la universidad se comprometió a resolver sus denuncias.

Así lo confirmó la médica a Delfino.cr, medio desde el que hemos dado seguimiento a su caso desde mayo del año pasado.

Dato D+: Lea más detalles en la nota Denuncias en el programa de posgrados en Medicina tienen a la UCR con un pie en los Tribunales.

Como ustedes recordarán, Ana (nombre ficticio con el que nos referimos a la doctora) es una estudiante residente que, desde hace 3 años, tiene denunciados a seis docentes del posgrado de Dermatología, acusándoles de acoso académico y laboral en el ejercicio de su residencia médica.

En medio de este proceso de denuncias y de varias situaciones de índole personal, la médica perdió uno de los semestres del posgrado y, sin permitírsele realizar el semestre de prueba al que tienen derecho los estudiantes que afrontan una situación de este tipo, se le separó del programa de estudios.

Sin embargo, y como Ana denuncia que su situación se debe al acoso del que fue víctima, inició una serie de apelaciones en los órganos de la Universidad (en el Programa de Especialidades Médicas, PPEM, y en el Sistema de Estudios de Posgrado, SEP) que finalizaron en múltiples denuncias contra los funcionarios involucrados en cada órgano y con el caso en manos de la Rectoría universitaria.

Dato D+: Lea más detalles en la nota “Se nota que la orden es desechar las denuncias”.

El caso llegó al Tribunal Contencioso Administrativo a inicios del año pasado, luego de que la estudiante acusara a la Universidad de no dar respuesta a sus denuncias.

Pues bien, en esa instancia y con el fin de conciliar, Ana y la Rectoría de la UCR llegaron, en marzo de este año, a un acuerdo extrajudicial en el que la Universidad se comprometió, no solo a que la doctora fuese reincorporada al programa de estudios a fin de que pudiese finalizar su especialidad y que lo hiciese sin tener relación alguna con los profesores a los que acusa de acoso, si no también que las causas por este tema que se siguen a lo interno continuarían para llegar a término.

Según señala el Acuerdo Extrajudicial del expediente 21-000349-1027-CA que se llevó en el Contencioso, y del cual este medio tiene copia:

La 'DEMANDADA' (la UCR) se compromete a continuar con el tramite ordinario y reglamentario referente a los procedimientos administrativos disciplinarios (...) de conformidad con el debido proceso legal y constitucional, respetando las garantías procesales respectivas".

El tema es que, a pesar del acuerdo anterior, en la Comisión Instructora Institucional de la Universidad (uno de los órganos encargados de llevar el caso) ni siquiera se han fijado las fechas de audiencia y, según señala Ana, uno de los profesores acusados ni siquiera se ha apersonado a revisar su expediente.

La Unidad de Mejora Continua

Tras el acuerdo en el Contencioso Administrativo, la Comisión Instructora Institucional fijó fecha para una primer audiencia entre dos de las partes (Ana y el único profesor acusado que se ha apersonado a leer el expediente) para realizarse el pasado 30 de agosto, a las 9 de la mañana.

Sin embargo, y según consta en la resolución OPI-053-2022 del 29 de agosto de 2022 (un día antes de la audiencia) el profesor investigado presentó un alegato en el que señaló que, como los hechos acusados se dieron hace más de tres años, la causa ya está prescrita.

Sobre este alegato, Ana presentó una réplica en la que señaló que como las conductas de acoso de las que denuncia haber sido víctima fueron "reiteradas en el tiempo y de efectos continuos" y, "aunado a que el plazo de prescripción corre a partir del dictado del acto final", esta postura del acusado no debería aplicar.

Sin embargo, como el oficio fue enviado un día antes de la audiencia, esta se canceló y como el Órgano de Procedimiento de Instrucción aún (2 meses y medio después) no ha resuelto ni el alegato del profesor ni la réplica de Ana, la nueva fecha para la audiencia no se ha fijado.

Por esta razón, y como consta en el documento "Solicitud de audiencia de carácter urgente" que la estudiante envió el pasado 6 de noviembre a la Rectoría, Ana pidió una reunión con el rector para consultar qué estaba pasando con el avance de su trámite.

Sin embargo, y cómo señala el documento R-7654-2022 emitido el pasado 10 de noviembre, la respuesta de Rectoría "no se podrá conceder la audiencia solicitada" y que lo que le recomienda a la alumna es presentar su caso ante la Unidad de Mejora Continua.

En el caso de estimarlo prudente, puede presentar su caso ante la Unidad de Mejora Continua (UMEC), la cual fue creada mediante Resolución de Rectoría R-286-2021, en aras de facilitar la atención y el seguimiento de las disconformidades presentadas por quienes conforman la comunidad universitaria, de manera técnica e integrada, y a su vez, promover la mejora continua y la innovación de los procesos internos, bajo un paradigma de gestión abierta", señala el documento.

"Me mandaron a la oficina de 'Quéjese aquí'"

Yo me siento burlada: yo confié en la persona que tenía al frente. Yo estaba segura de que esas denuncias se iban a resolver porque esto era algo serio: era quitar una demanda ante el Contencioso Administrativo, lo que nosotros cumplimos el mismo día que firmé, y la universidad nos ha fallado y ahora me mandan a una oficina de 'Quéjese Aquí'. Yo firmé ese acuerdo con la firme convicción de que el rector iba a cumplir su palabra pero aquí estamos: el acuerdo se firmó en marzo y ya estamos a 15 de noviembre, con una Universidad que cierra en un mes y que es mentira que me va a resolver algo que no ha podido resolver en 3 años".

Con esas palabras, la estudiante describió a este medio su reacción tras la negativa de la rectoría para recibirla, al tiempo que señaló que "es increíble que la Universidad que a mí me formó como médico me muestre ahora esta red espantosa":

Ni por la cabeza me pasaba que la Universidad que me formó a mí iba a ser la misma que me iba a someter a este infierno que no termina. Yo tengo que rendir ante exámenes que son difíciles, yo tengo una tesis que presentar ¿cómo es posible que la Universidad someta a una estudiante que ya de por sí tiene toda esta carga académica encima, a tener que estar con este desgaste emocional de tres años solicitando que el proceso avance, si yo ya hasta tengo un acuerdo firmado en el que la Universidad se comprometió a resolver las denuncias contra los docentes?"

Para Ana, en este momento "no hay ni un solo motivo" para que el Órgano de Procedimiento de Instrucción no haya resuelto el alegato de agosto ni convocado a las audiencias del proceso al que la Universidad se comprometió en el Contencioso, por lo que, nuevamente, reclamó las campañas contra el acoso que realiza la UCR pero que, en la práctica, "solo están en el papel":

¿Para qué tanto reglamento y publicidad contra el acoso, si cuando un estudiante denuncia con toda la formalidad que el reglamento pide, con dos expedientes de más de mil folios con pruebas y documentación para que se lleven acabo las audiencias, lo que obtiene es esto? Este es el infierno que vive un estudiante cuando denuncia, esperanzado en unos reglamentos que a la hora de la verdad solo están en el papel. Yo, con acuerdo en mano, me siento burlada y revictimizada por mi propia Universidad".