Las declaraciones se dan mientras la región va cerrando las puertas cada vez más rápido a los migrantes venezolanos, tras el cambio de políticas migratorias en Estados Unidos.
La jerarca de la Dirección General de Migración y Extranjería, Marlen Luna Alfaro, aseguró este miércoles en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Gobierno, que el país valorará acciones para desincentivar que los migrantes venezolanos que están de paso por Costa Rica en este momento, permanezcan en el país.
Según la directora:
El flujo sur-norte ha disminuido y nosotros esperamos no tener que tomar medidas más radicales porque hay una instrucción clara de seguir facilitando el tránsito de estas personas. En las próximas horas o días, cuando tengamos más clara la intención de estas personas de seguir retornando o permaneciendo en el país, valoraremos qué acciones tendríamos que tomar para desincentivar la permanencia de los que quieran quedarse en el país, para que quieran seguir de paso".
Las declaraciones se dan en un contexto regional que empieza a cerrar las puertas cada vez más rápido a este éxodo migrante, pues desde que Estados Unidos cambió sus políticas migratorias de recibimiento a los ciudadanos venezolanos, el pasado 12 de octubre, otras naciones han empezado a hacer lo propio para evitar que los migrantes que aún están en tránsito, se queden en sus territorios.
Esta semana, por ejemplo, el gobierno de Panamá anunció que no permitirá la entrada de regreso a los migrantes venezolanos irregulares que viajen desde Costa Rica hacia el sur del continente, como muchos pretenden hacer desde el anuncio de los Estados Unidos.
Según indicó la directora del Servicio Nacional de Migración (SNM) panameña, Samira Gozaine:
Todas esas personas que pasaron frontera y que pretendan regresar requieren visa autorizada para ingresar a Panamá y no se les está autorizando ingresar por las fronteras de Costa Rica".
Por ello, el presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, señaló este miércoles que Costa Rica está "muy preocupada" por la decisión panameña, debido a que si no pueden regresar por esa vía, los migrantes se quedarían atrapados en nuestro país.
Por ello, según Chaves, Costa Rica valoraría tomar medidas similares:
El anuncio de Panamá nos preocupó muchísimo y estamos evaluando si efectivamente la medida es correcta y si Costa Rica entonces va a cerrar la frontera sur para personas que no tengan visa costarricense".
Sin embargo, antes de optar por una salida de este tipo, el país ya envió las consultas correspondientes a los organismos aliados en materia internacional.
Así lo indicó el presidente esta tarde:
Yo emprendí anoche una consulta con nuestros principales socios internacionales para explorar con ellos una serie de políticas de migración que serían verdaderos cambios a la política que ha seguido Costa Rica por muchos años. Estoy esperando la respuesta de un par de estos organismos internacionales. ¿Por qué los consultamos? Porque la reputación de Costa Rica es muy importante y porque esto está gobernado por convenios internacionales. Además, la decisión que tomemos va a depender de si ellos están dispuestos a colaborarnos con el costo enorme que ha asumido la sociedad costarricense por años, de ser generosos y receptivos con gente en necesidad".
Chaves agregó que su gobierno está monitoreando esta situación "con lupa" y que el objetivo siempre ha sido mantener el flujo de personas hacia la frontera norte, por lo que ya dieron la instrucción de que quienes transiten por el país "pasen directo de frontera a frontera", sin parar en la capital.
Al respecto, la directora de Migración agregó que:
Ese monitoreo del flujo lo estamos haciendo hora con hora. Por ahora las personas están fluyendo hacia su destino final que sigue siendo América del Norte. A pesar del anuncio de los Estados Unidos del cierre de sus fronteras, las personas siguen insistiendo en pasar y nosotros estamos facilitando el paso a través del país".
Según datos del Servicio Nacional de Migración panameño, publicados por la agencia EFE esta semana, un total de 204.986 migrantes irregulares con rumbo a Estados Unidos, han cruzado la selva del Darién en lo que va del año.