Por Elizabeth Chacón Aguilar - Estudiante de la Escuela de Estudios Generales
La revolución 4.0 ha causado diversos sentimientos en las personas, pero el sentimiento que predomina es el miedo. Tememos que esta revolución nos haga reemplazables, pero, antes de pensar esto, debemos considerar que antes de esta revolución hubo tres más y que cada una de ellas ha traído bienestar. En este caso, la industria 4.0 afecta todo el quehacer humano, nos ofrece tecnologías prometedoras como, por ejemplo, líneas de fabricación personalizada, recopilación y análisis de datos, un mejor control en las jornadas laborales y muchas otras cosas más. Desde mi punto de vista, esta revolución promueve la innovación, es una oportunidad individual y colectiva de mejorar y sobresalir con tecnologías mejoradas que promuevan nuestro estilo de vida a uno mejor, por esto se debe ir avanzando de la mano con esta industria. Dichosamente Costa Rica se destaca por estar en el segundo lugar de los países innovadores de América Latina, por ello en los siguientes enunciados veremos los beneficios de esta revolución en nuestro país, la relación de esta revolución y la educación, y su proyección profesional.
De acuerdo con los datos del Índice Mundial de Innovación, en el sector latinoamericano Costa Rica está en el puesto 56 de entre 130 naciones evaluadas. Esto gracias a las nuevas tecnologías que están convergiendo, que mejoran la salud, salvan vidas, e implementan distintos modelos en la infraestructura que se está desarrollado. Un claro ejemplo de esto en nuestro país es la tecnología utilizada para la obtención de la energía limpia, generada por nuestra gran biodiversidad, que se ha implementado en diferentes lugares, más que todo en empresas con renombre o lugares turísticos. Desde mi perspectiva, un agente importante que nos ha ayudado a llegar hasta allí es el gran apoyo dado por el gobierno. El presidente Carlos Alvarado ha reiterado en varias entrevistas su poción a favor de este tema y ha apoyado al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT) en el tema de la reconversión digital. Al implementar esta estrategia en nuestro día a día, la economía podría mejorar, ya que al ser el turismo nuestro mayor ingreso, esto atraería mucho más la atención de extranjeros, debido a un gran avance tecnológico que pueda mejorar su estadía, además de incrementar la eficiencia de nuestra producción en la agricultura e industria.
Para poder entrar a esta revolución adecuadamente se debe trabajar con todos los sectores, ya sea público, privado y académico, para evitar la exclusión y que todos los ciudadanos puedan ser parte de esta. Es claro que la revolución 4.0 ha causado y causará un cambio estructural, esta restructuración hace necesaria la captación de talento e investigación para esta nueva tecnología. Resulta fundamental para el futuro generar conocimiento y desarrollar nuevos puestos para el mantenimiento y síntesis de estas máquinas. Por otro lado, este cambio podrá tener un efecto negativo en las empresas; si estas no avanzan junto con esta era podría ser su fin en el mercado. Pero esto depende de su nivel de preparación y adaptación, por eso es importante que las empresas se capaciten y cambien su modelo de trabajo o lo adapten según sea su posibilidad.
En conclusión, no hay que temer al cambio que nos trae la revolución 4.0, las profesiones no van a desaparecer, solo se crean nuevas, y aunque los robots sean muy colaborativos no tienen esa emoción, esos sentimientos y el deseo a mejorar. Se han visto beneficios y consecuencias, aprovechemos esa oportunidad que las máquinas autónomas nos dan y mejoremos nuestra eficiencia y calidad de vida.