Por Melania Esquivel Castro – Estudiante de la carrera de Psicología
"En tiempos de oscuridad, el ojo comienza a ver." - Theodore Roethke
Este 2020 fue un año lleno de sorpresas. Recuerdo cuando comenzó, lo primero que pensé fue “¡este es mi año!”, y, a pesar de las grandes catástrofes que ha traído consigo, realmente me han ocurrido cosas muy positivas. Pero esto no ha sido así para muchas personas, quienes debido a la pandemia perdieron su empleo, las vidas de sus familiares y amigos, sus prioridades, su vida social por el aislamiento y hasta la cordura. Así como los diferentes desastres naturales han causado pérdidas de hogares, ciudades enteras, personas y animales. De una u otra forma se puede decir que este año nos ha arrebatado a todos por lo menos una cosa.
El tamaño de la pérdida no la hace menos importante, ya que cada quien maneja las situaciones de distinta manera, y cada duelo involucra todas sus etapas (fase de shock, evitación-negación, desesperación-entrega al dolor, reorganización-recuperación), aunque lo que cambia es lo que dura cada quien en pasar por cada una de ellas (Pascual y Santamaría, 2009).
¿Cómo centrarse en lo positivo puede hacer del duelo algo más manejable?
El duelo es una etapa de la vida, un ciclo, y, como tal, no puede durar para siempre, tiene un inicio y un fin (Pascual y Santamaría, 2009). Es un proceso doloroso y cansado, por lo que es conveniente procesarlo de la manera más sana para evitar el sufrimiento excesivo. La psicología positiva invita a enfocarse en los aspectos positivos de cada situación, sin minimizarla, ignorarla ni pretender dar falsas expectativas. Una de las estrategias de este modelo es promover actividades que detonen emociones positivas, ya que estas tienden a multiplicarse y contagiarse. (Boniwell y Tunariu, 2012).
Para aplicar esta teoría a cada caso en particular, sugiero tomar un lápiz y un papel y anotar las respuestas a las siguientes preguntas:
• ¿Qué perdí? ¿Cómo ocurrió?
• ¿Puedo diferenciar los hechos de mis juicios o pensamientos sobre el evento?
• ¿Qué siento realmente? ¿Por qué? ¿Qué detona este sentimiento?
• ¿Tiene solución? ¿Qué puedo hacer al respecto?
• ¿Cuántas horas del día paso pensando en esto? ¿Estoy listo/a para seguir adelante?
Luego de contestar esas preguntas, podremos identificar en cuál etapa del duelo estamos y construir una afirmación que nos ayude a afrontar cada una de la mejor manera.
¿Qué no debemos hacer?
No debemos crear expectativas irreales de la situación. No debemos pretender estar felices siempre, sino mantenernos motivados y esperanzados, es la creencia de que el ciclo va a cerrarse y la tristeza o el enojo acabarán. Como dicen: “no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante”, todo inicia y acaba para dar paso a emociones nuevas. La motivación debería guiarnos hacia un camino de aprendizaje y satisfacción con la vida que tenemos (Quintero y Long, 2019).
¿Qué ganamos al tomar una perspectiva positiva ante una situación de duelo?
Ganamos la lucha contra nosotros mismos, esa en la que nos sentimos devastados cuando algo no sale como queremos, ganamos paz y salud mental al sentir que tenemos control sobre nosotros mismos, ganamos armonía en el hogar y el trabajo ya que son quienes nos rodean y a quienes irradiaremos de energía, ganamos amor propio que viene con la paciencia de aprender a manejar situaciones difíciles. Ganamos esperanza para cumplir nuestro propósito en la vida. Ganamos todos.
MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas. Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.
Referencias bibliográficas:
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Boniwell, I. y Tunariu, A. (2012). Positive psychology. (2 ed). México: McGraw-Hill.
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Pascual, A. y Santamaría, J. (2009). Proceso de duelo en familiares y cuidadores. Revista española de geriatría y gerontología, 44 (2), 48-54.
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Quintero, S. y Long, J. (2019). Toxic positivity: The dark side of positive vibes. https://thepsychologygroup.com/toxic-positivity/