Recién cerró la inscripción de postulaciones para la selección de la persona que estará al frente de la Defensoría de los Habitantes por un periodo de cuatro años. Sí de habitantes del país, incluyendo a personas extranjeras, privadas de libertad, a los pueblos indígenas costarricenses o no, a niños y niñas, personas de la tercera, heterosexuales, homosexuales y demás personas LGTB, en síntesis, a todas la población. Pero el tema central es que el Congreso tiene mucha variedad entre las 17 postulaciones, sin duda la gran mayoría serán personas con grandes calificaciones profesionales y académicas, las mejores intenciones, pero ¿qué es lo más importante?

Si hacemos un recuento histórico de las anteriores elecciones, con suma facilidad se puede concluir que los puestos han recaído en personas con un pasado político debidamente marcado. No piensen que deseo satanizar las candidaturas que tienen color electoral: jamás. Lo que me encantaría, y creo que a la mayoría de la población del país, es que se elija alguien independiente, valiente, que tenga las fuerzas para decir no cuando haya que hacerlo, y que se plante ante las injusticias. La figura del Ombudsman es muy relevante en muchos países, incluso es objeto de muchas presiones y ataques por parte de los grupos poderosos cuando ven que sus intereses corren algún tipo de riesgo, precisamente, cuando se encuentra al frente una persona independiente y con criterio propio. Es decir, en términos generales toda persona que proteja los derechos humanos puede verse en peligro, por ello, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que “sería conveniente que los Estados miembros adoptaran estrategias efectivas y exhaustivas de prevención con el fin de evitar los ataques en contra de las defensoras y los defensores de los derechos humanos. Esta política de prevención y protección debería tener en cuenta los períodos de mayor vulnerabilidad de las defensoras y defensores. Las autoridades estatales deben mantenerse vigilantes durante dichos períodos y hacer público su compromiso de apoyo y protección”.

Pues eso es justamente lo que necesitamos en el país, una mujer, un hombre, en fin, una persona que ejerza su labor con determinación, con transparencia y que asuma el peso de sus obligaciones para el bienestar del país. Por consiguiente, no pueden existir en el proceso de elección acuerdos, componendas, negociaciones ni compromisos particulares, sino total transparencia para elegir a la mejor persona tenga o no color político, creo que los habitantes de este país nos lo merecemos.

Menudos conflictos le esperan a la persona escogida, empezando con el tema de la restitución de las tierras indígenas, va a requerir de una gran capacidad de diálogo, conocimiento de la cosmovisión de los pueblos originarios, misma que incluye la espiritualidad de los pueblos indígenas en su interrelación con la naturaleza, sus autoridades tradicionales, su Derecho Propio o Derecho Indígenas, sus formas de resolución de conflictos para lograr el equilibrio y paz social, sus territorios originarios, ancestrales o de ocupación tradicional y los recursos naturales inmersos en ellos, entre otros (https://www.corteidh.or.cr/tablas/22612.pdf).  Y finalmente, requerirá sobre todo sentido común, para que no ocurran incidentes o contratiempos que puedan poner en peligro el reconocimiento y la restitución de los derechos de nuestros indígenas.

Le deseo parabienes a la persona escogida, un absoluto éxito, y que en su proceder no haya compromisos previos, porque el único que debe tener es su obligación de actuar en pro del bien de todas las personas que habitan este país.

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