DAO son las siglas en inglés para una Organización Autónoma Descentralizada. Es una estructura organizacional que se sostiene a través de la tecnología de cadena de bloques (blockchain) y por los algoritmos de su constitución.

Cada DAO suele tener uno o un grupo de objetivos específicos, cuyo cumplimiento se vigila y ejecuta a través de su programación de inicio o reglas definidas para sus objetivos y de la participación de sus miembros por medio claves individuales (usualmente denominadas criptotokens). Estos tokens tienen asociados una serie de derechos y obligaciones específicos para cada DAO según sus propósitos, como por ejemplo las facultades de administrar el patrimonio de la DAO para alguna de los tokens, o el derecho de voto y cantidad de votos disponibles para cada miembro; de forma muy similar a como un accionista votaría dentro de una sociedad mercantil, pero algunas diferencias importantes.

La DAO es descentralizada y está sujeta únicamente a las reglas de su propio código (¿podría el código de la DAO incluir una cláusula de legislación aplicable y resolución de controversias entre sus miembros?); su patrimonio no está en manos de un único administrador o un grupo de ellos, pues está al mismo tiempo en manos de todos miembros; y, sus registros, quedan grabados y visibles para todos en su libro de blockchain (cadena encriptada de información que registra cada uno de los movimientos de la DAO como aportes de patrimonio, ingreso de miembros nuevos, salidas, votaciones, movimientos de su patrimonio, etc.).

Los usos más comunes que han tenido la mayoría de DAOs creadas hasta ahora han tenido que ver con la inversión en proyectos relacionados con la creación de aplicaciones para la descentralización de sectores específicos de la economía y política mundial, como es el caso de la DAO MetaCartel Ventures que reúne fondos en su DAO para invertir en proyectos individuales relacionados con la tecnología cripto y la descentralización de proyectos. También es posible usarlas como un fondo de inversión. Los ejemplos más comunes de estas DAOs han sido casos en las que se han creado para comprar obras de arte, tanto tradicionales como cuadros o libros famosos, como NFTs.

De todas ellas, sin embargo, el caso reconocido en medios de comunicación fue el de la DAO denominada “Constitution DAO”. Esta DAO, en español, DAO de la Constitución, fue un colectivo de personas alrededor del mundo que crearon la organización autónoma descentralizada con el propósito de reunir suficientes fondos para participar en la subasta pública de una de las trece copias existentes de la Constitución de los Estados Unidos de América. Después de que lograran conseguir el objetivo, el grupo había decidido donar el documento a alguna organización no gubernamental bajo las instrucciones y el control de la DAO.

El 21 de noviembre de 2021, la DAO llegó lista a la subasta con un patrimonio cercano a los 40 millones de dólares en Ether, una de las criptomonedas más populares. Sin embargo, no corrieron con suerte y la subasta la terminó ganando un billonario que participó como oferente individual por 43 millones de dólares. Después de fallar por tan poco en su objetivo, los miembros de la DAO y sus administradores discutieron por algunos días qué hacer con su patrimonio y terminaron acordando que se devolvería la participación en dinero a cada uno de sus miembros.

A pesar de los ejemplos prácticos, el potencial real de las DAOs sigue estando todavía en el plano teórico. Y precisamente por ello, es posible pensar en algunos casos puntuales en que su puesta en marcha sería de gran utilidad para los países y mercados latinoamericanos: Imaginemos un condominio en el que los propietarios constituyen una DAO para organizarse, pagar los gastos y tomar decisiones sobre el lugar en el que viven. El libro central de blockchain va a registrar cada uno de los ingresos, salidas, aprobaciones, votación y toda clase de movimientos así registrados en su código.

En Costa Rica, esta posibilidad no está contemplada en la ley que regula la propiedad en condominio, ni tampoco en los reglamentos del Registro Nacional en cuanto a la inscripción de condominios. Bajo esta lógica y aplicando el principio de legalidad del derecho privado, si una DAO logra registrarse bajo un número de cédula jurídica expedido por el Registro Nacional de Costa Rica, nada le prohibe inscribirse como administradora de un condominio.

Otra mejora podría percibirse en oficinas y organismos administrativos. Imaginemos por ejemplo un concejo municipal que se organiza y estructura en una DAO. El aumento que tendríamos en la visibilidad de las decisiones y participaciones de sus miembros si todo ello queda resguardado en un libro de blockchain de consulta pública sería exponencial, lo que, en política y democracia deberíamos llamar con el nombre de una real transparencia y rendición de cuentas.

También, ¿por qué no?, imaginemos el que gobierno de Costa Rica abra una DAO para recibir inversionistas interesados en conservación ambiental, economías verdes y sostenibles. La misma lógica aplica para alianzas público-privadas, organizaciones no gubernamentales, otras formas de organizaciones de vecinos, y en general para la mayoría de los esfuerzos colectivos privados que suelen buscar figuras y estructuras que se ajusten a sus necesidades y se topan de frente con legislaciones desfazadas.

Dos discusiones controversiales adicionales: ¿Podría un partido político ser una DAO? ¿Podría una DAO tener por objetivo financiar partidos políticos? Al menos en Costa Rica, nuestra legislación electoral prohíbe abiertamente la segunda interrogante.

Sin temor a equivocarnos, viviendo en nuestros países en cuasi permanentes vías de desarrollo y usualmente golpeados por la corrupción de sus gobernantes, una tecnología de costo relativamente bajo que representa tantas mejoras y garantías de trazabilidad y transparencia, ¿debería ser una opción a tomar en cuenta para la reforma y modernización del aparato estatal y sus relaciones con los ciudadanos?

Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio. Delfino.CR es un medio independiente, abierto a la opinión de sus lectores. Si desea publicar en Teclado Abierto, consulte nuestra guía para averiguar cómo hacerlo.