• Dentro de los exmandatarios que firmaron la carta están Oscar Arias, Laura Chinchilla y Luis Guillermo Solís.

La Diócesis del municipio nicaragüense de Matagalpa ha informado este viernes de que la Policía Nacional ha ingresado en su sede y ha retenido al obispo, Rolando Álvarez, quien está acusado por el Gobierno de Nicaragua de organizar "grupos violentos".

Así lo ha informado la formación eclesiástica en su perfil de Facebook. Sin embargo, fuentes bajo condición de anonimato le han trasladado al diario 'La Prensa' que tanto el obispo como las ocho personas que se encontraban con él han sido "secuestradas".

Álvarez, crítico del Gobierno de Daniel Ortega, ya denunció a principios de agosto que la Policía mantuvo sitiada la curia episcopal de Matagalpa, donde reside. Según un comunicado de las autoridades nicaragüenses, el obispo incita a "ejecutar actos de odio contra la población con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua".

El Gobierno del país ya impuso otro bloqueo al obispo Álvarez en mayo de 2021, cuando el prelado se refugió en una iglesia en Managua, que también fue sitiada por la Policía Nacional, según informó el diario local 'Confidencial'.

Álvarez es una de las voces más críticas dentro de la Iglesia con el Ejecutivo de Daniel Ortega. Recientemente denunció la supuesta injusticia del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), al cerrar diez emisoras católicas de la Diócesis, argumentando que no tenían permiso para operar, cuando el mismo prelado lo había solicitado desde 2016.

En julio, el Gobierno de Nicaragua expulsó a 18 misioneras de la Orden Madre Teresa de Calcuta, hecho que encontraría justificación en la deriva que el Ejecutivo nicaragüense habría tomado en contra de la Iglesia al considerarla "opositora y golpista", según denunció el portal de noticias religioso Aleteia.

26 expresidentes piden al Papa pronunciarse

A través de una carta, 26 expresidentes y miembros de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) instaron este miércoles al papa Francisco a pronunciarse sobre la situación crítica que atraviesa Nicaragua bajo el gobierno de Daniel Ortega.

“Es con preocupación agravada que observamos lo que acontece en Nicaragua bajo la primitiva dictadura de los Ortega Murillo, (en referencia también a la vicepresidenta y esposa de Ortega, Rosario Murillo) que luego de perseguir y criminalizar a los liderazgos políticos y sociales como de cercenar de modo radical toda la libertad de expresión y de prensa, ahora avanza hacia la persecución de los líderes episcopales católicos, los sacerdotes y las religiosas (...) expulsándolos (...) del territorio nacional”, expresaron en el comunicado.

A continuación, subrayaron que con la clausura de la Academia de la Lengua se pretende “destruir las raíces culturales y espirituales del pueblo nicaragüense” y “hacerlo presa de dominio a través de la destrucción de su dignidad y la fractura de sus raíces culturales”.

Nos preocupa, por lo demás, que la quema de iglesias y la salvaje destrucción de las imágenes del culto católico, avanza en una línea de destrucción de bases sociales y antropológicas que mejor recuerda la quema de libros judíos, socialistas y pacifistas y de bibliotecas enteras por los partidarios del régimen nacional socialista alemán en 1933”, reconocieron.

Seguidamente, exhortaron a la opinión pública de cada país integrante de la IDEA a “mantener una respuesta comprometida con el rechazo de este morbo que amenaza la paz”.

“Instamos a las distintas confesiones religiosas a expresar su igual censura; y en lo particular, dado lo que acontece bajo la dictadura Ortega-Murillo, esperamos de una firme postura de defensa del pueblo nicaragüense y su libertad religiosa por S.S Francisco, cabeza de la Iglesia Católica Universal”, concluyeron.

Esta petición, que surgió en el contexto de reiterados casos de detenciones a sacerdotes en el año, fue firmado por Óscar Arias (Costa Rica), José María Aznar (España), Nicolás Ardito Barletta (Panamá), Felipe Calderón (México), Laura Chinchilla (Costa Rica), Alfredo Cristiani (El Salvador), Iván Duque (Colombia), Vicente Fox (México), Federico Franco (Paraguay), Eduardo Frei (Chile), Lucio Gutiérrez (Ecuador), Osvaldo Hurtado (Ecuador), Luis Alberto Lacalle Herrera (Uruguay), Mauricio Macri (Argentina), Jamil Mahuad (Ecuador), Mireya Moscoso (Panamá), Carlos Mesa (Bolivia), Andrés Pastrana (Colombia), Sebastián Piñera (Chile), Jorge Tuto Quiroga (Bolivia), Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica), Julio María Sanguinetti (Uruguay), Luis Guillermo Solís (Costa Rica), Álvaro Uribe (Colombia), Juan Carlos Wasmosy (Paraguay), y Rafael Ángel Calderón (Costa Rica).

Si bien el papa no se ha pronunciado sobre la situación hasta el momento, el observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), el monseñor Juan Antonio Cruz Serrano, expresó en una sesión extraordinaria que manifestaron su preocupación al respecto.

“La Santa Sede no puede dejar de manifestar su preocupación al respecto, mientras asegura su deseo de colaborar siempre con quienes apuestan por el diálogo, como instrumento indispensable de la democracia y garante de una civilización más humana y fraterna”, indicó Cruz Serrano según Vatican News.


*Con información de la Agencia Regional de Noticias (ARN).