La Fundación SIFAIS inauguró el jardín colgante más alto y grande del país, ubicado en la comunidad de La Carpio.

Este proyecto fue elaborado a partir de botellas plásticas recogidas de las calles, las cuales fueron transformadas en macetas decoradas artísticamente. 

Así, más de 1.000 plantas ornamentales fueron colocadas en lo que denominan sus “corredores verdes” que se encuentran a lo largo de las rampas que permiten el acceso a cada uno de los cuatro pisos del edificio del Centro de Integración y Cultura Cuevadeluz del SIFAIS.

Según indicó Paula Marín, coordinadora de responsabilidad social de EBI, empresa encargada del manejo de desechos en la Carpio, y que aportó un patrocinio para hacer realidad la idea:

La iniciativa tiene un valor adicional, por convertirse en un espacio lleno de naturaleza al alcance de la mano y a golpe cercano de vista, en una comunidad donde no hay parques ni espacios públicos para la plantación de árboles”.

Este proyecto nació de unas estudiantes del SIFAIS del Programa Zonas ACTIM ULTRAPARK e inició con la siembra de las plantas en envases de plástico.

La práctica se convirtió en un taller llamado SiProAmbiente, el cual cuenta con el apoyo del Ministerio de Trabajo para que personas en situación de pobreza pudieran recibir un subsidio económico temporal, cuando estuvieran invirtiendo productivamente su tiempo bajo el programa Ideas Productivas SIFAIS PRONAE. 

Maris Stella Fernández, presidente de la Fundación SIFAIS señaló que:

Ver instalado este jardín colgante es una experiencia excepcional: los visitantes que han llegado mientras se trabajaba en cada uno de los niveles del jardín, nos decían que les parecía como estar en una escena de 'Avatar' y mirándolo bien, ¡creo que es cierto; se siente como algo mágico!”   

Las participantes de este proyecto están disponibles para brindar este servicio ecológico y socialmente responsable a muchas empresas e instituciones que quieran instalar estos jardines en sus espacios. 

Rosa Elena Ruiz, directora ejecutiva de Fundación SIFAIS comentó:

Con este talento desarrollado, ahora SiProAmbiente busca instituciones y empresas -como centros comerciales, condominios, hoteles, restaurantes, entre otros- que quieran contratarles este servicio, para conseguir cuatro propósitos: embellecer con artesanía y naturaleza los espacios intervenidos; dar un mensaje ecológico de la importancia de dar una segunda oportunidad a lo que parece que no es útil;  seguir generando ingresos complementarios a las artesanas entrenadas que viven en situación de pobreza,  y colaborar con la autosostenibilidad de la operación de la Fundación SIFAIS que no cuenta con ningún subsidio económico”ñ

Al mirar el resultado final del proyecto Fernández, presidenta de la fundación comentó que:

Este Jardín Colgante es como una metáfora de lo que ha estado sucediendo a lo largo de los años en Cuevadeluz: muchas personas miraban esta vecindad como un sitio de descarte. Pero con un poco de atención y cariño, se ha ido reconociendo su talento, dándoles opciones para que puedan resurgir, embellecer sus vidas y las de los demás. Este no era, ni mucho menos, el propósito de la instalación, pero al ver tanta belleza, me ha parecido describe muy bien cómo, con mimo y entrega, se transforman tantas vidas por aquí”.

Este proyecto contó con el apoyo y colaboración de Preserve Planet, Parque Polideportivo de Aranjuez y ECOINS quienes facilitaron los envases, así como Viveros ProVerde y Viveros PROCESA, EBI y vecinos de la comunidad de Carpio y otras localidades.