“Dame un pez para comer, dame una caña para pescar…pero no me quites el rio, sino no me sirve de na”.
Todas las empresas comparten el objetivo de ser rentables para poder vivir. Sin embargo, las startups no buscan ser rentables desde el inicio, sino aprender lo antes posible, y para ello deben ser ágiles a la hora de crear, comunicar, generar, observar, aprender y volver a crear o implementar.
Si Toyota inició lo que hoy se conoce como la base de las metodologías ágiles, enfocadas a la producción de automóviles, hoy en día tiene muchísima presencia en las empresas tecnologías, donde, por ejemplo, Google aporta otro elemento, los OKRs. Pero ojo, aunque los nombres sean relativamente nuevos, lo que hay detrás de todo ello tienen fundamentos de hace varios siglos atrás.
Hoy se ha dado una estructura a estos modelos, o sea como si armasen todas las piezas de una caña para que uno pueda pescar, pero ¿dónde o qué puedo pescar con la caña de las metodologías ágiles? Las startups busca producir algo rápido que de valor a un mercado concreto, las empresas “tradicionales” buscan desde ganar eficacia, léase ahorrar tiempos, costes, recursos, etc… hasta producir cosas innovadoras, generar valor, etc… ¿En qué rio/s o mares se pueden utilizar?
Por experiencia digo que esta caña “ágil” ya es muy sofisticada en ciertos sistemas de producción y mucho más aun en compañías de desarrollo tecnológico. Menos conocido en “mares y ríos” (mercados) de servicios, como por ejemplo en marketing o cualquier proyecto donde el servicio al cliente y espónsor se pueda gestionar por etapas (Sprints), se pueda generar valor de manera inmediata, observar, aprender y volver a generar.
Entonces, tener un método (la caña de pescar), no es suficiente para implementarlo en un área si el que maneja la caña desconoce como se usa la herramienta, o el tipo de producto-servicio para lo que se puede utilizar, o como adaptarse según las “aguas” donde se adentre a utilizarlo.
La figura del Scrum master es una figura relevante dentro de lo “Agile”, es experto más, que dentro de los procesos tiene su función bien definida, pero ¿Qué pasa cuando esta figura surge sin conocimientos técnicos del producto o servicio, o si entra en un territorio nuevo, algo innovador? ¿Dónde no tiene claro cómo aplicar estas herramientas, o simplemente sus compañeros de viaje, equipo de desarrollares, o equipo de trabajo, dueños del productos-servicios, tienen poca idea o ninguna? O, ¿dónde la figura del Scrum Master debe manejar todo ello por separado o al mismo tiempo?
Aquí es donde la figura del Coach Ágil toma mayor relevancia, o las habilidades del Agile Coaching que son las habilidades de coaching combinadas con el conocimiento de los procesos para el manejo de las partes involucradas. Esto sería como entrenar al pescador a desarrollar habilidades que le sirvan para pescar en aguas calmadas, movidas, profundas, pedregosas, trabajar con viento, frio, calor, etc. Necesita dominar ciertas habilidades para poder manejar la caña en diferentes tipos de circunstancias, proyectos e incluso con diferentes perfiles de personas, equipos, clientes, etc… La productividad laboral no solamente se logra con herramientas, sino con el manejo eficaz de estas y de las personas.
… y hablando de la productividad laboral, ¿qué aporta lo “Agile”?
Cuando se detectan síntomas de la baja productividad empresarial, como los siguientes, nos puede ayudar en…
- Para la desmotivación. Ayuda a encontrar motivación generando responsabilidad.
- Para la ansiedad. Ayuda a reducirla clarificando pasos y alcance del proyecto.
- Para el absentismo. Evita que este se produzca, al generar autonomía a la hora de organizar sus propios tiempos.
- Para los errores. Estos se viven de una manera diferente, ya que se calibra la posibilidad de que existan, incluso se buscan para aprender de ellos, en un entorno seguro.
- Para la escasa concentración. Es casi irrelevante, ya que se trabaja por objetivos, en lugar de por horas o tiempos fijos para concentrarse.
- Para la fatiga. Se puede dar, pero entonces quizás sea un indicador de que los OKRs no se han diseñado bien, y en todo caso la metodología facilita una pronta identificación y ajustes necesario para que el producto o servicio sufra lo menos posible.
Todos tenemos días buenos y días malos. Días en los que rebosan nuestras ganas de comernos el mundo, y días donde levantarse de la cama es todo un desafío, y el agile coach tambien observa esto para apoyar a todos a fluir en sus propios tiempos tanto como en los tiempos compartidos.
Es sabido que la productividad tiene mucho que ver con nuestra capacidad para organizarnos, pero ¿qué pasa con las emociones?
Metodologías Agiles son para las empresas, como los hábitos saludables son para los humanos, si no los implementas de manera consciente te puede ir bien o te puede ir mal, pero incluso si te va bien, no será porque eres consciente de lo que estás influyendo en ese buen hacer.
Y las habilidades de Agile Coaching es para el Scrum Master, lo que la inteligencia emocional es para el líder de cualquier equipo o empresa, si no la tienes o la desarrollas, dependerás de que otro influya más en el bien o mal hacer de los procesos, en lugar de ser tu quien ejerza una influencia positiva. ¿son estos buenas o malas noticias para ti? Pues eso, depende de lo que tu quieras y como te esté marchando.
¡Aumenta la productividad laboral desde el cambio de hábitos y la gestión emocional!
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