La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) acordó por unanimidad, este miércoles, aumentar el nivel de la Tasa de Política Monetaria (TPM), la tasa del Encaje Mínimo Legal (EML) y la tasa de reserva de liquidez de las cooperativas y asociaciones solidaristas.

Según detalló el Central en un comunicado enviado esta noche, el aumento en la Tasa de Política Monetaria es de 150 puntos base (1.50%) hasta ubicarse en el 5.50% anual. Se trata del quinto ajuste consecutivo al alza de esa tasa desde diciembre del 2021, y lo ubica en su valor más alto desde el 3 de junio de 2011.

La Tasa de Política Monetaria es la tasa de interés que cobra el BCCR en sus préstamos a un día plazo en el Mercado Interbancario de Dinero. Es el principal instrumento de política monetaria que tiene el Central en su esquema de metas de inflación y define el corredor de tasas de crédito y depósitos que tiene la institución. Un aumento en la TPM hace que los bancos tengan que pagar más por recibir recursos del Banco Central, y por ende trasladan esos costos a las tasas que cobran a los préstamos de sus clientes. De este modo, si es más caro para las personas adquirir préstamos, desistirán de hacerlo y sus bancos también dejarán de pedirle recursos al Central, limitando la circulación de dinero y por ende la inflación.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), los resultados del Índice de Precios al Consumidor (IPC) a mayo del 2022 arrojan una inflación interanual del 8.71%, la más alta desde mayo del 2009 cuando se registró un crecimiento de los precios del 9.52%.

Como medida complementaria, la Junta Directiva del Banco Central también anunció un aumento en la tasa del Encaje Mínimo Legal (EML) de manera gradual, para depósitos y obligaciones en moneda nacional. La tasa pasará del 12.0% actual al 13.5% en la primera quincena de julio del 2022 y subirá de nuevo a 15.0% a partir de la segunda quincena de ese mismo mes.

El encaje mínimo es una reserva de dinero que los bancos públicos y privados, las financieras no bancarias y las mutuales deben mantener en el Banco Central en la forma de depósitos en cuenta corriente. El monto que deben trasladar al Central se calcula multiplicando la tasa del EML por el monto total de las obligaciones (depósitos o captaciones por intermediación financiera) que tiene cada entidad.

Con esa medida, el Central dijo que pretende evitar que los excesos de liquidez que muestran los intermediarios financieros sigan contribuyendo a el alza de la inflación.

"Disminuir estos excedentes favorece la transmisión de la política monetaria, ya que el BCCR refuerza su poder como oferente de recursos para guiar las tasas de interés en los mercados de dinero y con ello mejorar este mecanismo de transmisión", dijo la entidad.

Una medida similar se adoptó para las cooperativas de ahorro y crédito y las asociaciones solidaristas, que aunque están exentas del encaje mínimo legal, están atadas a la "reserva de liquidez en moneda nacional". En este caso también habrá dos aumentos: el primero en julio pasando del 12.0% a 13.5%; y el segundo en agosto, subiendo a 15.0%.

El Central afirmó que estas medidas se tomaron tras analizar el entorno macroeconómico actual del país, y sobre todo, la evolución prevista de la inflación y sus determinantes; así como de los riesgos alrededor de esas proyecciones.

"La presión inflacionaria global, en particular la proveniente de nuestros principales socios comerciales, ha seguido en aumento, influida en buena medida por los mayores precios internacionales de materias primas (en especial del petróleo y de los granos) y la permanencia de las dificultades en las cadenas de distribución global. Lo anterior se intensificó a partir de la invasión de Rusia a Ucrania, en febrero pasado, y las sanciones comerciales y financieras aplicadas a Rusia por Estados Unidos y la Unión Europea. Con este panorama, los organismos internacionales prevén mayores niveles de inflación mundial en el corto plazo", señaló el BCCR.

El Central citó que una creciente cantidad de Bancos Centrales en el mundo, algunos desde el 2021, han ajustado su postura política monetaria hacia una menos expansiva, incrementando sus tasas de política monetaria y dando fin a programas de compra de activos.