La playa de Moín, en Limón, será testigo este año de la liberación de aproximadamente 30 mil tortugas baula, como parte del trabajo que realiza el Programa de Conservación de Tortugas de APM Terminals, en su vivero en el que se resguardan los huevos de estas y donde actualmente hay más de 300 nidadas. 

El Programa de Conservación de Tortugas inició en el 2015 como parte del Plan de Gestión Ambiental (PGA) y ahora es parte de la estrategia de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de APM Terminals, el cual procura la protección de huevos de tortugas marinas y liberación de neonatos sobre la franja de la playa que va desde la desembocadura del río Moín hasta la desembocadura del río Matina.

El programa gestionó una alianza con la Asociación Latin American Sea Turtles (LAST), que se encarga de la parte técnico-científica del proyecto, y con instituciones del Estado costarricense como la Fuerza Pública y el Servicio de Guarda Costas, quienes colaboran con los patrullajes nocturnos; además, cuentan con el apoyo del OIJ y ACLAC-SINAC, que emite los permisos del proyecto de tortugas.

Según indicó Krizia Cantón, coordinadora de Sostenibilidad-RSE, APM Terminals:

Hemos logrado crear una sinergia entre diferentes organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, lo que nos permite la sostenibilidad de proyectos, generando conciencia sobre el cuidado del medio ambiente y el bienestar comunitario, por eso el proyecto de conservación de tortugas Marinas es parte de nuestra estratégica de Responsabilidad Social".

Así, y en un un horario entre las 7 de la noche y las 5 de la mañana, se realizan patrullajes a lo largo de 15 kilómetros de playa para buscar a las tortugas que llegan a anidar y recoger la mayor cantidad de nidadas. El proceso de liberación se realiza al caer la noche para evitar depredadores diurnos, lo que aumenta la sobrevivencia y reduce la mortalidad.

Una vez que se hallan los nidos, estos se colocan en unas cajas térmicas para trasladarlos al vivero, donde se incuban en condiciones ideales de humedad, temperatura, manipulación y fertilidad, variables que permiten aumentar el éxito de eclosión, que en la naturaleza es del 22%, a más del 70%.

Según Didier Chacón, Biólogo-LAST:

La sobrevivencia de estas especies genera recursos al ecoturismo, pero además permite que la especie continúe con su rol natural en los ecosistemas marinos de la región. Vemos a Moín como un destino ecoturístico similar a Tortuguero, pero hay que avanzar hacia una mejor seguridad, más información, más personas e instituciones trabajando por el mismo norte. Posiblemente en una década este proyecto será el más conocido y más visitado por los limonenses”.

El programa de rescate procura también inculcar a los lugareños y comunidades, la importancia de no consumir carne o huevos de tortuga; además se protege la especie mediante ferias ambientales, charlas y actividades de liberación, en las que participan vecinos, diferentes comunidades y estudiantes, entre otros. 

Los interesados en ser parte del programa de tortugas, pueden contactar a Krizia Cantón al correo electrónico: [email protected].