El presidente ruso, Vladimir Putin, ha asegurado que las imágenes de decenas de civiles muertos en la localidad ucraniana de Bucha derivan en realidad de una "provocación" por parte de Kiev y no a una matanza indiscriminada de las tropas leales a Moscú.

Así se lo ha trasladado este miércoles al primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, con quien ha hablado por teléfono. Putin se ciñe a la versión ofrecida en estos últimos días por distintas autoridades rusas, tanto dentro como fuera del país --también en la ONU--.

Para Putin, el "régimen" ucraniano ha cometido "una provocación grave y cínica", y así se lo ha traslado a Orbán. Asimismo, el mandatario ruso ha informado a su aliado del actual estado del diálogo entre las autoridades rusas y ucranianas, según un comunicado del Kremlin.

Por su parte, el primer ministro húngaro ha dado cuenta de esta llamada en una comparecencia ante los medios en la que ha explicado que pidió a Putin un alto el fuego "inmediato" en Ucrania. También le ofreció acoger en Budapest un encuentro al que asistirían, además de Putin, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y los líderes de Francia y Alemania, Emmanuel Macron, y Olaf Scholz, respectivamente.