Durante los años recientes una de las preocupaciones generalizadas es la recuperación económica. La coyuntura ha llevado a que se analice la capacidad de los Estados para gestionar políticas públicas de fomento económico y que esto facilite entonces las acciones de los ecosistemas productivos para recuperar o reconstruir las economías. Sin embargo, no siempre se ha discutido el tipo de recuperación que queremos. ¿Hemos pensado en ese futuro que queremos construir?

Con una conducta empresarial responsable y buscando que la idea emprendedora nazca con esa mirada desde el inicio, no solo ayudamos con la reactivación económica, sino también con el avance de toda una sociedad y el aporte de la empresa a los objetivos de desarrollo sostenible y la mejora en la calidad de vida de las personas generando entones acciones desde el sector empresarial y desde las vivencias de las personas trabajadoras para generar un futuro inclusivo, centrado en las personas y que permita espacios de trabajo que generan valor compartido.

La competitividad del sector productivo pasa por convertirse en un sector más sustentable y que puede medir su alcance a través de su impacto positivo a nivel social, ambiental y económico. Es así como incluir el enfoque productivo centrado en las personas se suma como una herramienta poderosa por medio de la conducta empresarial responsable.

La conducta empresarial responsable nos permite ganar competitividad en el parque empresarial, ya que el mundo se mueve hacia estrategias productivas responsables y sustentables. El momento actual nos acerca a las PYMES y los emprendimientos a modelos de negocio que, al analizar sus posibles riesgos e impactos negativos, sean más proactivas, más productivas y sean parte de la construcción del tan anhelado desarrollo en nuestros países.  La conducta empresarial responsable no es para algunas empresas es para todas, ya que hoy en día todas y todos podemos aportar a las soluciones desde nuestros espacios directos de acción.

El enfoque de conducta empresarial responsable nos permite generar iniciativas que el sector privado puede aplicar en temas tan concretos como la construcción de espacios libres de trabajo infantil, para buscar la equidad género, la conciliación de la vida laboral y familiar, para fomentar la transición justa ambiental y la inclusión de pymes y emprendimientos en la revolución digital. Temas concretos que son parte del ideal futuro y en donde la acción conjunta de empresas, personas trabajadoras y gobiernos pueden sumar.

Cada idea que nace en las personas emprendedoras puede ganar mercado al aplicar los principios propuestos, cada pyme que participe en una cadena de valor se asegura su participación cuando demuestra que es responsable. Siendo entonces una elección lógica porque ser responsable es un buen negocio.

Es entonces nuestro tiempo de apoyar la suma de voluntades. Es nuestro tiempo de sumar y de elegir la responsabilidad y aprovechar las virtudes que se desprenden de la responsabilidad productiva. La conducta empresarial responsable es un tema estratégico para mercados fundamentales de Costa Rica como lo es Europa por tanto no desperdiciemos la oportunidad de elegir el camino que nos dará réditos comerciales inmediatos.

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