La lucha contra la reducción de la jornada laboral surgió con la revolución industrial y la llegada de la electricidad. Esa innovación permitió crear el esquema de trabajo de 24 horas, lo que afectó negativamente la salud de los trabajadores y tuvo como consecuencia un menor rendimiento en la producción. El 1 de mayo de 1886, en Chicago, se produjo un acontecimiento importante en la historia laboral: la lucha por la jornada diaria de un máximo de ocho horas. Desde entonces, en esa fecha se conmemora el Día Internacional del Trabajo.

A pesar de que esto se traduce en un incremento del bienestar físico y mental de los trabajadores, no todos los países han acogido esa jornada laboral. Esto depende de diversos factores políticos y sociales, y es cada gobierno el responsable de establecer en la legislación nacional los términos de la jornada laboral.

En Costa Rica

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la mayoría de los países han estipulado en su legislación la duración de la jornada laboral. En Costa Rica, la jornada laboral establecida por la ley no debe sobrepasar las 48 horas semanales. Por otra parte, los países latinoamericanos tienen las jornadas laborales más largas establecidas por ley.

Existe una diferencia entre la jornada establecida por ley y las horas de trabajo reales o efectivas. En 2020, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) elaboró un estimado de las horas de trabajo reales registradas de sus países miembros.

De los 37 países que integran esa organización, Costa Rica tiene un promedio de 43,9 horas semanales. Esto lo convierte en el cuarto resultado más alto a nivel mundial y el tercero a nivel de Latinoamérica; sólo por detrás de Colombia (47,6 horas), Turquía (45,9) y México (44,7). En Europa, el promedio de los países europeos miembros es de 37 horas de trabajo reales a la semana.

Otro dato de la OCDE revela que, en promedio, la fuerza laboral costarricense destina cada año 1913 horas para trabajar. Esto hace que surja la pregunta: ¿son los países latinoamericanos más productivos? La respuesta es no. Estos países son menos productivos debido a factores como las condiciones laborales, la disponibilidad de insumos y la tecnología.

Bienestar y equilibrio

De acuerdo con una investigación realizada en Islandia, entre el 2015 y 2019, trabajar menos horas por el mismo salario mejora el bienestar de los trabajadores, sin que esto represente una pérdida de productividad. En esa investigación participaron 2500 empleados, que pasaron de trabajar 40 horas semanales a 35 o 36, sin reducción de salario.

Los resultados publicados muestran que el bienestar de los trabajadores aumentaba drásticamente en una serie de indicadores como el estrés percibido y el agotamiento, la salud y el equilibrio entre la vida laboral y la personal. Los trabajadores participantes se sintieron con más energía y menos estresadas y pasaron más tiempo haciendo ejercicio y viendo a sus amigos y familiares, lo que repercutió positivamente en su trabajo.

Según indica el decano de la Facultad de Ciencias Sociales de Universidad Nacional, Vladimir de la Cruz, en una entrevista publicada el 19 de febrero, 2020 en el diario La República, rebajar la jornada de trabajo aumenta el descanso, el esparcimiento y la recreación. Además, mejora la salud física y mental, ofrece posibilidades educativas y culturales, implica mayores posibilidades de empleo, reduce el paro y es una forma de luchar contra las crisis económicas.

A raíz de las reflexiones generadas por la pandemia, en países como Alemania, España, Francia y el Reino Unido, la idea de adoptar una semana laboral de cuatro días con jornadas de entre 35 y 40 horas semanales, está ganando adeptos. En Colombia se han empezado a implementar soluciones para reducir, de manera paulatina, la extensa jornada laboral. Se espera alcanzar una jornada laboral de 42 horas semanales en el 2026.

¿Podría aplicarse en Costa Rica una reducción de la jornada laboral de 48 horas semanales? Por el momento, aparentemente no. Sólo existe un proyecto de ley que permitiría flexibilizar las jornadas laborales, al aplicar una jornada semanal compuesta por de cuatro días de 12 horas y tres de descanso.

La rebaja de la jornada laboral, permitiría garantizar mejores condiciones físicas y mentales para los trabajadores de las empresas en nuestro país. Esto generaría una mayor productividad y un beneficio para las familias costarricenses. Trabajar menos y producir más. Esa es la idea que debemos impulsar.

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