De cara a la segunda vuelta electoral, la empresa GSMA Latin America, organización global que une al ecosistema móvil para  ofrecer innovación en entornos comerciales positivos y cambios sociales, publicó una serie de recomendaciones para impulsar la agenda digital nacional.

A través del artículo El camino hacia una Costa Rica digital’, afirmaron que el próximo gobierno de Costa Rica tiene la oportunidad de llevar al país "al siguiente nivel en términos de conectividad". En total, la herramienta contiene 4 recomendaciones generales y 11 sugerencias específicas que condensan la experiencia comparada internacional en políticas públicas y regulación del ecosistema digital.

El informe enfatiza en: 

  • Promover políticas de espectro a largo plazo centradas en la inclusión digital.

La evidencia demuestra que existe una relación entre mayores precios de espectro y una cobertura más deficiente, despliegue de redes de nueva generación más lento y servicios de menor calidad. Las políticas de espectro deberían enfocarse en ampliar la capacidad y la cobertura de las redes, no en maximizar la recaudación del Estado.

  • Facilitar el despliegue de infraestructura para sostener las redes presentes y futuras.

Se requiere eliminar la burocracia municipal que obstaculiza la instalación de antenas y sitios móviles. Además, es preciso generar condiciones de certidumbre jurídica y previsibilidad que incentiven las inversiones en redes.

  • Implementar una política de servicio universal nacional y unificada, con participación de los aportantes.

La estrategia del Fondo Nacional de Telecomunicaciones (FONATEL) debe ser reevaluada, procurando evitar la duplicidad de programas y contemplando los casos de buenas prácticas internacionales.

  • Modernizar los marcos de política y regulación: realizar análisis costo-beneficio de la regulación, con criterios de eficiencia.

La velocidad con la que avanza la tecnología exige encarar una desregulación inteligente, simplificando normativa y eliminando la regulación obsoleta que entorpece la innovación.

Delfino.cr conversó con Director para  GSMA América Latina, Lucas Gallitto, para ampliar sobre la importancia de que el próximo presidente, sea José María Figueres Olsen o Rodrigo Chaves Robles, logre potenciar la conectividad y el ecosistema digital en el país.

  • ¿Por qué es necesario que el próximo gobierno aspire a una Costa Rica digital?

Hasta hace algunos años hablábamos del “futuro digital” como algo relativamente distante en el tiempo; hoy, pandemia mediante, ese horizonte es puro presente. La conectividad y las herramientas digitales fueron cruciales para atravesar la emergencia sanitaria, pero lo serán aún más para superar la recesión que dejó el Covid-19 en todo el mundo. Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones, un incremento del 10% en la penetración de banda ancha móvil resultaría en un aumento adicional promedio del PIB de 1,2% en las economías de América Latina y el Caribe. La recuperación será digital, o simplemente no será.

En términos de conectividad, Costa Rica ha tenido un gran avance en los últimos años. Cuenta hoy con una penetración de suscriptores únicos de internet móvil del 63%, un aumento significativo respecto al 54% de hace 5 años, resultado de décadas de inversiones sostenidas por parte de los operadores móviles. Pero la realidad obliga a acelerar la transformación digital, y para eso se requiere una clara decisión de política pública. Con un 31% de conexiones móviles 4G, frente a un promedio regional del 55%, el próximo gobierno de Costa Rica tiene la oportunidad de generar los incentivos necesarios para apuntalar la infraestructura digital y maximizar los beneficios de la banda ancha móvil.

  • ¿Qué es principalmente necesario de atender en este tema? ¿Por qué?

En primer lugar, promover políticas de espectro a largo plazo centradas en la inclusión digital. La gestión de este recurso debe enfocarse en ampliar la capacidad y la cobertura de las redes, no en maximizar la recaudación del Estado.

Un segundo punto es facilitar el despliegue de infraestructura para sostener las redes presentes y futuras. Los sitios y antenas móviles son la columna vertebral de la conectividad, pero su instalación muchas veces es obstaculizada por objeciones o disposiciones de gobiernos locales. Es necesario generar incentivos para eliminar la burocracia municipal. Además, es preciso generar condiciones de certidumbre jurídica y previsibilidad que incentiven las inversiones.

Nuestra tercera recomendación consiste en implementar una política de servicio universal nacional y unificada, con participación de los aportantes. Costa Rica cuenta con el Fondo Nacional de Telecomunicaciones (FONATEL), una herramienta destinada a cerrar la brecha digital que se nutre con la contribución de los operadores móviles. La administración y utilización de este instrumento ha sido objeto de atención pública en el último tiempo por proyectos legislativos. Es importante revisar la estrategia del FONATEL, considerando qué programas no han funcionado en el pasado, contemplando los casos de buenas prácticas internacionales, y procurando evitar la duplicidad de normas o programas que terminan por atomizar los esfuerzos de inclusión digital.

Finalmente, señalamos la necesidad de modernizar los marcos de política y regulación, realizando un análisis costo-beneficio de la regulación, con criterios de eficiencia. La velocidad con la que avanza la tecnología exige encarar una desregulación inteligente, simplificando normativa y eliminando la regulación obsoleta que entorpece la innovación.

  • ¿Cómo evalúa las propuestas en este aspecto hechas por los dos candidatos que aspiran a dirigir el país?

Vemos que los discursos y plataformas electorales incluyen menciones a acciones como extender la conectividad de banda ancha, conectar escuelas, digitalizar el Estado. Sin embargo, es necesario contar con una agenda de política de Estado nacional, a largo plazo, que contemple cómo se abordarán los pilares de la conectividad (espectro, infraestructura, normativa). Una política trasversal, basada en la cooperación con los sectores que tienen el know-how, y en consideración de las buenas prácticas internacionales.

Tal como sucede con los gobiernos en ejercicio, a menudo puede haber discrepancias entre las declamaciones de alto nivel y las políticas que efectivamente se implementan en el sector. Las primeras medidas que se tomen, por ej. en relación con el uso del FONATEL y la licitación de espectro, darán la pauta del rumbo del nuevo gobierno.

El desarrollo digital es una meta a largo plazo, que requiere certidumbre y previsibilidad, por lo que es importante que el gobierno entrante realice las mejoras y ajustes necesarios, pero sin desandar los aciertos del camino ya recorrido.