La Cámara de Diputados de Argentina aprobó en la madrugada de este viernes el proyecto de ley que avala el acuerdo del gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda contraída durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019). Tras obtener 202 votos a favor, 37 en contra y 13 abstenciones, la iniciativa debe ser tratada en el Senado.
El texto fue respaldado por integrantes de la oposición y el oficialista Máximo Kirchner votó en contra.
Mientras se desarrollaba la sesión especial en la Cámara de Diputados, un grupo de manifestantes que se concentró en la Plaza del Congreso comenzó a arrojar piedras y a quemar neumáticos en las inmediaciones del Palacio Legislativo.
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, compartió en sus redes sociales un video que muestra cómo quedó su despacho luego de recibir varias pedradas. “Hoy como nunca recordé las palabras de Néstor (Kirchner) sobre el FMI, cuando decía que siempre actuó como promotor y vehículo de políticas que provocaron pobreza y dolor en el pueblo argentino”, expresó.
Fernández dijo que “paradójicamente o intencionalmente" fue su despacho el que atacaron. "El despacho de quien hizo frente a los Fondos Buitres, de quien mantuvo fuera del país al FMI cumpliendo el legado de mi compañero Néstor Kirchner y que además construyó con su decisión el Frente de Todos que permitió derrotar a Mauricio Macri”, sostuvo la vicepresidenta.
Las pedradas sucedieron luego de que en las inmediaciones comenzara una quema con neumáticos de las iniciales del Fondo Monetario Internacional. En el despacho estaba Cristina Fernández reunida con el senador Oscar Parrilli, la senadora Anabel Fernández Sagasti, el diputado Máximo Kirchner.
Para dispersar a los que protagonizaban disturbios, efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires armaron un escudo frente al Congreso e iniciaron un operativo de desalojo. La situación dejó como saldo cinco policías heridos y un manifestante detenido.
Argentina y el FMI
El FMI prestó a Argentina 41.000 millones de dólares hace cuatro años, siendo el mayor préstamo que el organismo ha dado a un país latinoamericano, cuyo otorgamiento ha sido cuestionado incluso en sus informes internos.
A principios de marzo, el gobierno argentino alcanzó un acuerdo con el FMI y envió los detalles al Congreso del país para su aprobación. Tras varios meses de negociaciones, ambas partes llegaron a un entendimiento para refinanciar la deuda que supera los 45.000 millones de dólares.
La deuda contraída por el gobierno de Macri fue objeto de críticas por parte del actual mandatario, Alberto Fernández, quien asumió el cargo a fines de 2019 y tuvo que buscar opciones para solventar lo que fue el préstamo más grande de la historia del FMI.