"My name is Daniel Lugo, and I believe in fitness". Pain&Gain, es por mucho, la mejor película de Michael Bay desde The Rock (1996).

Basada en hechos reales, la película cuenta la historia de 3 fisiculturistas que en 1995 deciden secuestrar a un multimillonario en Miami, robarle todo -de manera “legal”-, y luego eliminarlo; pero nada sale como lo planean.

Lo más alucinante de todo lo que ocurre en la película, es que sea basada en hechos reales; porque más allá de algunas pequeñas licencias creativas, los hechos narrados en Pain&Gain (Michael Bay, 2013) realmente ocurrieron de una manera que es imposible prever y resulta difícil de creer, hasta que uno lee el expediente oficial del caso.

Tenía mucho de no disfrutar de una película que combinara tan bien humor negro y crimen, recordándonos más la genial obra de Guy Ritchie de los 90 que al propio cine actual del director norteamericano. Hace mucho que no vemos a Michael Bay brillar de esta manera, como cuando nos encantó en sus trabajos pre-transformers; esta es una grata muestra de lo que puede hacer cuando no se va de cabeza con el cine de blockbuster, no se toma demasiado en serio a sí mismo y regresa a sus raíces.

"You know who invented salads? Poor people!".

El elenco es de lujo: Mark Wahlberg (el líder de la banda que se considera un emprendedor tras una charla de estafa piramidal), Anthony Mackie (un atleta super dotado con problemas de impotencia por consumir esteroides) y Dwayne 'The Rock" Johnson (un ex-sicario que no puede asesinar porque ahora va a narcóticos anónimos); un trío de protagonistas en estado de gracia para llevar las partes más hilarantes y oscuras de la historia a la realidad; especialmente por lo absurdo e impactante que la historia esté basada en la realidad.

Ed Harris (el detective del caso), Bar Paly (la striper amiga), Ken Jeong (el motivador de Lugo) y Tony Shalhoub (el multimillonario más despreciable desde Montgomery Burns) se convierten en piezas esenciales para mantener la naturalidad de un relato cuya narrativa escala de una forma alucinante con una serie de giros finales que nos hacen, al terminar la película, querer leer el expediente criminal y confirmar, que lo que acabamos de ver, realmente ocurrió.

La banda sonora calza a la perfección en crear ese hyper zone de la Miami cocainómana de los noventas, con el culto al cuerpo, el emprendendurismo y la búsqueda del sueño americano en todo su esplendor, para que todo lo vemos en la gran pantalla sea genuino, con una fotografía que ya es marca patentada de su director y que no desentona en ningún momento por llevar a la vida uno de los casos criminales más particulares que haya enfrentado el condado de Dale.

Cine de alto entretenimiento muy recomendado para los amantes del cine negro y de crimen real, con esa pizca de comedia británica y mezcla de acción necesaria para disfrutar el fin de semana.

La película es de calificación R (mayores de 18 años) y se encuentra disponible en Netflix y Amazon Prime.

"I watched a lot of movies Paul, I know what I'm doing!".