La expresidenta de la República y actual miembro del Comité Olímpico Internacional, Laura Chinchilla Miranda, escribió un amplio texto en La Nación de Argentina en el que hace un llamado a no boicotear o instrumentalizar políticamente los Juegos Olímpicos de Invierno Pekín 2022. 

Los Juegos Olímpicos no deben convertirse en un instrumento político de dirigentes y gobiernos para promover sus agendas nacionales, encubrir abusos o dirimir disputas diplomáticas. Los llamados a boicotear o a instrumentalizar políticamente los Juegos no solo atacan la tribuna equivocada (con frecuencia con resultados escasos y contraproducentes), sino que también menoscaban este acontecimiento global único y la plataforma excepcional que ofrece a los deportistas de países grandes y pequeños."

Además, agregó:

Es un hecho que el mundo está más polarizado y que hay tensiones políticas aumentando en varias regiones. Además, el mundo de hoy es muy diferente al de 2015, cuando Pekín fue elegida sede de los Juegos Olímpicos de Invierno. En este contexto, normalizar el uso de los Juegos como un arma política podría desembocar en interminables enfrentamientos internacionales que terminarían menoscabando sus múltiples beneficios."

Chinchilla también indicó que, en lugar de llevar las disputas geopolíticas al terreno deportivo, los países deberían adoptar la antigua tradición de la tregua olímpica y aprovechar los Juegos como una oportunidad para aplacar los conflictos internacionales y deponer las actitudes hostiles.

Este llamado de doña Laura se hace en un momento de notable tensión. A principios de este mes, por ejemplo, Amnistía Internacional criticó que los Juegos Olímpicos de Invierno sean albergados en China mientras este país no respeta los derechos humanos.

Alkan Akad, investigador de Amnistía Internacional sobre China, explicó:

Los Juegos Olímpicos de Beijing prometen ser un espectáculo deportivo memorable, pero el mundo que los observa no puede ignorar deliberadamente lo que está sucediendo en otras partes de China: los abogados y activistas encarcelados por su trabajo pacífico; los sobrevivientes de agresiones sexuales castigados por hablar; los miles que se estima ejecutar cada año; los grupos étnicos musulmanes se enfrentan a internamientos masivos sistemáticos, tortura y persecución

Además, agregó:

Los Juegos no deben usarse como una distracción del terrible historial de derechos humanos de China. Por el contrario, deberían ser una oportunidad para presionar a China para que aborde estos problemas”

Según Amnistía Internacional, las prioridades del Comité Olímpico Internacional deben ser presionar a China para que cumpla sus promesas y asegurarse que todos los atletas puedan expresarse con libertad durante las justas.