La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) declaró este jueves el estado de alerta naranja para todo el territorio nacional, debido a la rápida propagación de la variante Ómicron del SARS-CoV-2, lo que ha disparado los casos de COVID-19.

El Centro de Operaciones de Emergencias (COE), integrado por las instituciones de primera respuesta y atención de servicios básicos en situaciones de emergencia, determinó la necesidad de elevar el nivel de la alerta luego que el cierre de la semana epidemiológica anterior dejara un incremento nunca visto de casos, pasando de 3385 en la semana 52 (última del 2021) a 14.628 casos positivos en la primera del 2022.

Según los datos analizados por la Sala de Análisis de Situación y el panorama nacional y mundial, se espera que la transmisión de Ómicron siga subiendo el número de casos en las siguientes semanas, llegando incluso a más de 5000 casos diarios.

Este aumento en las cifras se ven reflejado en algunos cantones como Escazú, Santa Ana, Tibás, Moravia, Montes de Oca, Dota, Curridabat, Turrialba, Heredia, Belén, San Pablo, Santa Cruz, Quepos, Garabito y Talamanca, que sobrepasaron la cantidad máxima de casos registrados durante toda la pandemia.

"Si bien el número de casos positivos ha subido en las últimas semanas, el porcentaje de hospitalización y decesos es más bajo en comparación a otros periodos de la pandemia, lo cual se puede atribuir al avance en la vacunación a nivel nacional. No obstante, los servicios de primer nivel de atención de la Caja Costarricense de Seguro Social, mantienen una alta demanda debido al número importante de personas contagiadas por COVID-19 que requerirán realizarse las respectivas pruebas de detección y que demandan atención de síntomas respiratorios", dijo la CNE en una conferencia de prensa esta mañana.

Las autoridades hicieron un llamado para mantener la aplicación de los protocolos y darle continuidad mediante un estricto monitoreo del uso adecuado de las medidas sanitarias tanto para funcionarios como para visitantes de las instituciones.

La declaratoria de alerta naranja no trae un cambio en las medidas sanitarias por el momento, sin embargo, las instituciones del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo deberán desarrollar planes de contingencia para asegurar la continuidad de servicios y atender cualquier emergencia, vinculada o no con la pandemia.

Según el análisis, el rápido avance de Ómicron en el país podría dejar a miles de personas incapacitadas, lo que traería afectación de servicios esenciales y de los medios de producción; por lo que se deberá reforzar el teletrabajo, hacer un esquema de articulación y respaldo de los equipos operativos, fortalecer los lineamientos de equipo de protección personal, así como generar el compromiso de aplicar medidas administrativas para la derivación de tareas no esenciales.