La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) alertó este sábado que proyecta registrar unos 7000 casos diarios de COVID-19 durante enero y que la aparente menos severidad de la variante Ómicron podría compensarse con la oleada de infecciones y afectar la prestación de servicios de la institución.

En una conferencia de prensa especial, el presidente ejecutivo de la CCSS, Román Macaya Hayes, afirmó que el país se encuentra en territorio nuevo pues la variante Ómicron desplazó a Delta en menos de tres semanas y es ahora la dominante en el país.

De acuerdo con Macaya, esta nueva variante va a infectar a muchos funcionarios de atención de primera línea de la pandemia, lo que se traducirá en incapacitaciones y por ende una afectación a la prestación de servicios. "Sería el equivalente a restar camas", aseguró.

El presidente ejecutivo alertó que las hospitalizaciones ya empezaron a aumentar como reflejo del alto número de contagios y que la tasa R del virus en el país alcanzó el 2.6, un número no registrado hasta ahora y que lleva a proyectar unos 7000 casos diarios (promedio de 5100 casos para mediados de enero), con el consecuente aumento de las hospitalizaciones.

Finalmente, Macaya llamó a no restar importancia a la nueva variante por su aparente menos severidad, al recordar que aún se desconocen los efectos a largo plazo que tendrá sobre el cuerpo humano. A modo de ejemplo, recordó que enfermedades como la varicela, la hepatitis, el zika o el VIH generan secuelas a veces mucho más graves que lo experimentado durante la fase aguda de la enfermedad.

El gerente médico de la Caja,  Randall Álvarez Suarez, anunció que la capacidad de la Caja es de 271 camas de Unidades de Cuidados Intensivos y 496 camas de Salón, con posibilidades de expandir a 900 camas, en detrimento de la prestación de otros servicios. Actualmente la ocupación de las camas UCI habilitadas es del 53%.

El doctor Roy Wong McClure, epidemiólogo de la CCSS, afirmó que los síntomas de Ómicron más comunes hasta ahora son el malestar general y la ausencia (en la mayoría de los casos) de fiebre. Agregó que Ómicron tiene una gran capacidad de transmisión aérea respecto a otras variantes.

Por su parte, el doctor Mario Mora anunció que la cantidad de personas que han acudido a los centros de la Caja para hacerse la prueba de COVID-19 ha ido en aumento, lo mismo que la positividad (pruebas positivas por cada 100 personas que se la hacen), al pasar de 6% a 16% de una semana a la otra, y pendiente de los datos correspondientes a esta semana.

Mora afirmó que la Caja tiene un inventario de cerca de 700 mil pruebas disponibles, por lo que llamó a toda persona que crea que tiene COVID-19 a aislarse y acudir a un centro de salud público o privado para hacerse el test. Agregó que el resultado tarda entre 24 y 48 horas en ser entregado, pero que las personas pueden ver en el app EDUS de los teléfonos celulares el diagnóstico en tiempo real.

La doctora Yerly Alvarado Padilla indicó que no se visualiza una reapertura del CEACO, pues el CENARE se destinará a la rehabilitación de las personas que ya pasaron la enfermedad.