Tras semanas de presión y alegando "el momento epidemiológico país", el Ministerio de Salud anunció este viernes haber autorizado la importación y uso de las pruebas de autodiagnóstico de COVID-19 (pruebas rápidas o caseras) como estrategia de tamizaje para personas mayores de 15 años.

Según indicó la institución, los interesados en comercializar este tipo de pruebas deberán gestionar la autorización ante la Dirección de Atención al Cliente del Ministerio de Salud; cumpliendo con los requisitos y el procedimiento detallados en el lineamiento para la importación, en tanto se concreta la aprobación de su registro sanitario.

"Las autopruebas autorizadas para la comercialización y uso, son aquellas que cuenten con registro sanitario o con una autorización temporal de ingreso del Ministerio de Salud y aplica únicamente a aquellas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud/Organización Panamericana de la Salud (OMS/OPS) o autorizadas por las “Autoridades reguladoras estrictas para la precalificación de pruebas in vitro"", indicó Salud.

Las pruebas deberán tener una sensibilidad igual o mayor a 80% (probabilidad de que el resultado de la prueba de una enfermedad sea positivo si realmente tiene la enfermedad) y una especificidad igual o mayor de 95% (probabilidad de que los resultados de una prueba sean negativos si realmente no tiene la enfermedad).

La persona que obtenga un resultado positivo de esta prueba deberá autoaislarse, de igual forma debería acudir a un servicio de salud para verificar por prueba PCR su resultado, así como para determinar los ordenamientos sanitarios.

Las autopruebas se podrán comercializar en aquellos establecimientos que cuenten con permiso sanitario de funcionamiento vigente para una actividad acorde a la venta de este tipo de productos.

El lineamiento de uso de estas pruebas dispone que no se autoriza su uso como diagnóstico, sino para automatizaje: la persona que dé positivo debería ir a hacerse una prueba PCR a un centro médico. Además, tampoco pueden usarse para hacer viajes a otros países, sino que debe respetarse lo solicitado por cada Estado en el extranjero.

Las pruebas tampoco se podrán utilizar como prueba en los centros de trabajo y otros para ausentarse, pues es necesaria una confirmación posterior para emitir la respectiva incapacidad u ordenamiento sanitario de aislamiento. Finalmente, se señala que las pruebas no tienen validez legal ni diagnóstica, por lo que no pueden ser utilizadas como requisito de ningún tipo.

La utilidad de las autopruebas de tamizaje aumenta su valor al ser usadas de forma periódica de manera que, en recintos cerrados como cárceles, hogares de larga estancia, colegios, universidades y otros pueden ser utilizados como tamizaje para evitar brotes, siempre que se repitan cada 48 a 72 horas