En Costa Rica, la Sala Primera es la sala de la Corte Suprema de Justicia que más demora en resolver los procesos. Tarda más del triple del tiempo que la Sala Tercera, e incluso dura la misma cantidad de meses en resolver que la Sala Segunda, Sala Tercera y Sala Constitucional en conjunto. Por otro lado, la mayoría de los casos que resuelve la Sala son recursos de casación, que proceden únicamente en demandas con cuantías superiores a tres millones de colones; siendo usual, en la práctica, encontrar procesos que superen este umbral.
Pese a la entrada en vigor del nuevo Código Procesal Civil las materias civil y agraria son dos de las que en promedio tardan más en resolverse de todo el Poder Judicial principalmente por la etapa de casación; y esto solo empeorará con la entrada en vigor del nuevo Código Procesal Agrario, por cuanto este ampliará el acceso al recurso de casación para todos los procesos agrarios (sin consideración de cuantía). Con esto, esta Sala termina siendo un cuello de botella para el sistema judicial costarricense en las materias que ve.
Asimismo, esta demora no solo entorpece la resolución de procesos ordinarios, sino que también atrasa los procesos de resolución alterna de conflictos, por cuanto la Sala también analiza recursos de nulidad de procesos arbitrales, conflictos de competencia y casos de reconocimiento y ejecución de laudos extranjeros. Esto no solo eleva la cantidad de casos que tiene que resolver la Sala Primera, sino que, además, obstaculiza los procesos alternos de resolución de conflictos que tanto se caracterizan por su celeridad y economía procesal.
Una solución oportuna a esta problemática es elevar el costo de la cuantía, para que de esta forma, se limiten los procesos que resuelve la Sala Primera y estos casos de menor cuantía se puedan apelar en los Tribunales de apelación, subsanando la congestión de la Sala, y propiciando así la rapidez que necesita nuestro sistema judicial.
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