¿Es coherente rechazar el patrocinio de bebidas alcohólicas en el deporte cuando Estado costarricense tiene el monopolio de la Fábrica Nacional de Licores (Fanal)?

En los últimos meses en la Asamblea Legislativa se ha estudiado el proyecto de ley que permita el patrocinio del alcohol en el deporte. El cual ha tenido muchos opositores, con la justificación de que esto promovería el consumo entre menores de edad y aumentaría la violencia intrafamiliar. Además de que, según la diputada Paola Vega Rodríguez “la sociedad costarricense no está preparada para mezclar guaro y deporte”.

Según Vega Rodríguez, hay una correlación que muestra que a medida que aumenta el consumo de licor, aumentan los casos de violencia en los hogares, entonces, se puede cuestionar la existencia de la Fanal. Una empresa estatal monopolística especializada en la producción de alcoholes, rones y bebidas alcohólicas.

Es importante resaltar, que una correlación no demuestra causalidad, para poder afirmar que el alcohol tiene una incidencia sobre la violencia, se deben de plantear rigurosos supuestos para realizar un modelo estadístico. Donde también se tomen en consideración variables que demuestren las características de la muestra, de tal forma que la interpretación de los resultados expuestos pueda ser concluyentes de acuerdo con la población estudiada.

Suponiendo que el modelo planteado es correcto, se puede afirmar la población en el país no está lista para mezclar alcohol y deporte, entonces ¿Por qué con los impuestos que pagan los costarricenses se produce un bien que aumenta la violencia? Anuente, a que produce un mal para la sociedad, es una empresa estatal que se ha demostrado que genera pérdidas millonarias al Consejo Nacional de Producción (CNP).

La Fábrica Nacional de Licores es un monopolio natural, lo cual significa que tiene características que le permiten tener perdidas, dado que su objetivo principal no es maximizar el beneficio, sino, garantizar a la sociedad costarricense una alta cantidad de sus productos, los cuales según diversos sectores son dañinos para la sociedad costarricense. Por ello las cantidades y el precio al que venden no se encuentran en el punto de equilibrio del mercado.

Hay una inconsistencia en el Estado costarricense, al negar el patrocinio al deporte, pero sí producir bienes que son nocivos para la salud. Por lo cual al discutir el futuro de la Fanal se debe de medir el costo de oportunidad de esta exista, con respecto a las repercusiones económicas y sociales que le generan al país.

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