La Cámara de los Comunes del Reino Unido aprobó este martes medidas para endurecer el combate de la pandemia de la COVID-19 en el país, en medio de una rebelión en las filas del partido Conservador del primer ministro, Boris Johnson.
La cámara baja del Parlamento realizó tres votaciones de cuatro posibles sobre las medidas planteadas por el gobierno de Johnson: la primera, para reinstaurar la obligatoriedad del uso de la mascarilla en espacios cerrados en toda Inglaterra, la segunda para requerir certificado de vacunación o prueba COVID-19 negativa para ingresar a eventos masivos o clubes nocturnos en todo el país; y la tercera para instaurar la obligatoriedad de la vacunación contra COVID-19 para el personal sanitario.
La cuarta medida adoptada, sin necesidad de una división (como se le conoce al proceso de votación en el que los comunes deben físicamente desplazarse a pasillos a la derecha para votar afirmativamente y a la izquierda para votar negativamente), refiere a que no será necesario que una persona totalmente vacunada deba aislarse en caso de ser contacto estrecho de un caso confirmado de COVID-19.
La primera medida fue adoptada con una votación de 441 contra 41. De los votos negativos, 38 correspondían a diputados conservadores, cifra a la cual deben sumarse los dos escrutadores designados por la presidenta del Parlamento en funciones para contabilizar los votos, para un total de 40 tories rebeldes.
La segunda medida, la más polémica y que pone en aprietos el liderazgo de Johnson en el Partido Conservador, obtuvo 243 votos a favor y 126 en contra, de los cuales 96 corresponden a diputados conservadores (98, si se suman los escrutadores designados para contar los votos a la oposición de la medida). También votaron en contra dos diputados del Partido Verde, ocho del Partido Laborista, seis del Partido Unionista Democrático y 10 del Partido Liberal Demócrata.
Finalmente, la medida de la vacunación obligatoria recibió 385 votos a favor y 100 en contra, de los cuales 63 correspondían a diputados del Partido Conservador (65, si se cuentan los escrutadores). También se opusieron cinco diputados del PUD, uno del Partido Verde, dos independientes, 22 laboristas y ocho liberales demócratas.
"Rebelión extraordinaria"
Tras la votación sobre los pases de salud, el secretario de salud en la sombra, Wes Streeting dijo a la cadena Sky News que la rebelión en las filas conservadoras fue "mucho mayor de lo que anticipamos".
Esa es una rebelión extraordinaria. El laborismo realmente ha triunfado. El tamaño de ese voto es una señal de la autoridad destrozada de Boris Johnson, no se trata sólo de los votos aquí, se trata de la confianza en los mensajes de salud pública del gobierno.
Streeting afirmó que Johnson está socavando la salud pública en un momento crítico de la pandemia y que debería preguntarse si es el hombre adecuado para guiar el país a través de esta etapa de la emergencia sanitaria.
Por su parte, Sir Charles Walker, vicepresidente del Comité Privado de Miembros Conservadores, dijo que la rebelión de los parlamentarios de su partido por los pases sanitarios fue un "grito de dolor" a la agrupación.
Esto fue un demasiado lejos. Creo que estaban poniendo un marca en la arena. Fue un grito de dolor del Partido Conservador. Él (Boris Johnson) está en una posición muy, muy, muy difícil. Ha habido una fuerte opinión dentro del Partido Conservador de que los pases de vacunación no funcionan y es algo que muchos colegas quisieran que no se introdujera.