Aunque hayan desistido de darse vacaciones pagadas durante enero para politiquear, los diputados parecen haber decidido ir a pasear a la Asamblea Legislativa. La sesión de este jueves fue un absoluto desastre a pesar de que en agenda estaban proyectos urgentes como un presupuesto extraordinario y dos créditos de apoyo presupuestario que se vencen el lunes.
Desde que terminó el espacio de control político a las 3:30 p.m., once veces la sesión se vio interrumpida por haber menos de 38 congresistas presentes en el salón de sesiones, el mínimo requerido para poder abrir, sostener y concluir una sesión de Plenario.
En promedio los legisladores rompieron el quórum cada 16 minutos, sin embargo, lo cierto es que hubo al menos dos ocasiones en las que lo hicieron dos veces en menos de dos minutos.
La cosa pintaba mal apenas iniciada la sesión, cuando la presidenta legislativa ordenó a falta de menos de 30 segundos para que marcaran las 3:00 pm estar atentos a las puertas para cerrarlas a la hor...