El Gobierno de Costa Rica anunció esta semana que el proyecto de producción cafetalera sostenible, NAMA Café, ya se encuentra en la segunda etapa en su programa de reducción de emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero).

NAMA Café es un proyecto que se implementó con la colaboración de los sectores público, privado, financiero y académico, con el fin de producir y procesar el café de forma sostenible y baja en emisiones de GEI.

En esta etapa, se habilitó la plataforma denominada CR-CAFÉ con el fin de registrar los proyectos de reducción de las emisiones de gases. Esta plataforma permitirá, además, realizar los inventarios de estos gases y darle una mejor trazabilidad y seguimiento.

Por otro lado, de acuerdo con el Gobierno, “se están realizando acciones a nivel finca, a través de la capitación en Buenas Prácticas Agrícolas por medio de 35 parcelas demostrativas en todas las regiones cafetaleras, con las cuales se pretenden capacitar a al menos 2 mil personas productoras de café”.

El proyecto de la capacitación es financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

En cuanto a la reducción de emisiones, el Gobierno de Costa Rica indicó que:

Actualmente, se trabaja con una proyección a 10 años (desde el 2015) para reducir un total de 71,763 toneladas de CO2e. Esto representa, a manera de comparación, la reducción de aproximadamente 7 millones de galones de diésel”.

Cabe destacar que en el 2018, por medio de un proyecto de Apoyo a la NAMA (NSP, por sus siglas en ingles), se logró disminuir 14,648.14 toneladas de CO2e.

De acuerdo con el Gobierno, actualmente, “las emisiones de efecto invernadero del sector cafetalero nacional se distribuyen porcentual: en un 64% en el área agrícola y un 34% en el sector industrial (sin incluir el tueste ni la exportación)”.

Se espera que para el 2022, el MAG, FUNBAM, el Instituto de Café de Costa Rica (ICAFE), con apoyo a la Dirección de Cambio Climático (DCC), se siembren alrededor de 137,500 árboles, según el Gobierno, “bajo sistemas agroforestales, que apoyarán la mitigación y la adaptación a los efectos del cambio climático”.