Dice un popular refrán que lo que mal empieza, mal acaba. Y si por la víspera se saca el día, el Poder Ejecutivo va a tener un complicado último periodo de sesiones extraordinarias, en los cuales controla la agenda de proyectos que conoce el Congreso.

Sin embargo, aunque Zapote tiene durante tres meses la potestad de decirle a Cuesta de Moras qué quiere que sea discutido, los congresistas pueden "mandarlos a freír churros" y dedicarse a otros asuntos, o inclusive, a faltar a las sesiones.

Este lunes, primer día del segundo periodo de sesiones extraordinarias de la cuarta y última legislatura, un total de 50 diputados se hicieron presentes a la sesión que arrancó con el homenaje a la delegación costarricense que participó en los Juegos Paralímpicos de Tokio, acto que se prolongó durante 35 minutos, seguido de cinco minutos para reintegrar quorum porque este se había roto.

Posterior a ello, se gastaron otros 30 minutos en el espacio de control político, varios minutos más en intervencion...