Samuel, desempleado durante la pandemia, decidió inventar una actividad que le pareció tan imposible como probable: se percató que cuando una persona se compraba un par de zapatos nuevos, lo que menos le gustaba era llevarlos durante los primeros días hasta volverlos cómodos.
Eso le dio la idea a Samuel; ¿y si se convertía en probador profesional de zapatos?
En general a la gente le gusta estrenar, pero siempre los zapatos obligaban a los compradores a cuidados especiales que iban desde meter los pies en agua caliente, hasta buscar una reflexología podal para disminuir el cansancio.
Después de una semana, Samuel pensó que los zapatos tendrían la textura perfecta, que no era ni el principio ni el final de su vida útil, conservarían la frialdad de lo ajeno, y el olor a nuevo aunque ya estaban usados.
Para promocionar su profesión hizo unos cartelitos y los enganchó en las redes sociales, y difundió su ofrecimiento en programas gratuitos para emprendedores que lo anunciaron como una novedad por su astucia.
Después de una semana le llegó a Samuel una oferta que lo llenó de alegría, porque venía de una empresa que no solo ofrecía el calzado, sino que se comprometía a darle a los compradores un producto como nuevo, listo para ser usado sin recibir ninguna molestia en los pies. De esa manera aseguraban que los zapatos fueran confortables, distanciadas de las habituales torturas.
Samuel tenía en su nuevo empleo la función de discutir, con los diseñadores, sobre la forma del zapato, el tacón, el tipo de cuero, si debía ser cocido o pegado. Estirado en el sofá de su casa se preguntaba si había mejor profesión en el mundo que probador profesional de zapatos. Y, por qué no, en otras profesiones.
Como siempre pasa en nuestro país que a todo le ven el lado oscuro, los envidiosos, comparando el éxito de Samuel, dudan y critican a los miembros de la Comisión Técnica de la Federación de Futbol. Ahora como lo hace Samuel con la empresa que lo contrató, podrán decirle al entrenador sobre la forma de jugar, el modelo juego, si con línea de cinco o de cuatro y a quienes convocar al seleccionado. Al fin descubrieron como ser los entrenadores probadores de la Selección Nacional.