El día de ayer la contralora General de la República, Marta Acosta Zúñiga, compareció ante la Comisión de Asuntos Hacendarios para presentar su Informe Técnico sobre el Presupuesto Nacional 2022 donde señaló que, si bien el presupuesto en su totalidad cumple con el límite de crecimiento establecido por la regla fiscal, el Gobierno estaba maniobrando para que el crecimiento del gasto corriente fuera más alto del que debería ser, al compensarlo con una reducción en el gasto de capital, que, de acuerdo con la contralora no era el espíritu de la regla fiscal.

Dato D+: El gasto de capital son las inversiones que se hacen en compra o construcción de infraestructura, el gasto corriente es equivalente al gasto de operación (pago de salarios, insumos, servicios, deuda etc.)

El comentario de Acosta generó la reacción inmediata de la diputada oficialista Laura Guido Pérez —quien apuntó a que la literalidad de la ley no señala que haya algo indebido en la presupuestación actual— así como del Ministerio de Hacienda, que el día de hoy envió un comunicado reafirmando que el Presupuesto 2022 sí cumple con la regla fiscal, al tener un crecimiento global del 1.82%, 0.14 puntos porcentuales por debajo del límite que establece la aplicación de la regla fiscal (1.96%).

Para entender el origen de la diferencia en interpretaciones, hay que recordar que la regla fiscal es un límite de crecimiento al gasto del presupuesto nacional y los órganos del sector público no financiero, que se define en cuatro escenarios según el nivel de endeudamiento o la relación gasto corriente del Gobierno Central – Producto Interno Bruto (PIB) de la siguiente manera:

  1. Cuando la deuda al año anterior no supera el 30% del PIB o la relación gasto corriente-PIB esta por debajo del 17%, el límite de crecimiento al gasto corriente será igual al promedio de crecimiento de los cuatro años anteriores.
  2. Cuando la deuda al año anterior se ubica entre el 30 y el 45% del PIB, el límite de crecimiento al gasto corriente será equivalente al 85% del promedio de crecimiento de los cuatro años anteriores.
  3. Cuando la deuda al año anterior se ubique entre el 45 y el 60%, el límite de crecimiento al gasto corriente será equivalente al 75% del promedio de crecimiento de los cuatro años anteriores.
  4. Cuando la deuda al año anterior supere el 60%, el límite de crecimiento al gasto corriente y gasto de capital será equivalente al 65% del promedio de crecimiento de los cuatro años anteriores.

Cabe resaltar que solo en el último escenario (el más estricto de todos) se incluye una restricción de crecimiento al gasto de capital y que en los tres escenarios anteriores (que son en teoría menos restrictivos) sí puede crecer por encima del límite establecido para el gasto corriente.

Cuando se compara cómo hubiera sido la aplicación de la regla fiscal en cada uno de los cuatro escenarios, es que se evidencia el señalamiento realizado por la Contralora, como se puede observar en la siguiente tabla:

Entonces, la aplicación que está haciendo el Ministerio de Hacienda en el Presupuesto Nacional 2022 dandole un mayor margen de crecimiento al gasto corriente, a costa del crecimiento en gasto de capital, hace que, en la práctica, a pesar de estar en el escenario más restrictivo de aplicación de la regla fiscal, el crecimiento aplicado al gasto corriente sea casi igual (tan solo 0.04 puntos porcentuales más bajo) a lo que hubiera sido en el escenario 3, que en teoría debería ser menos restrictivo.

Así que, aunque el Presupuesto Nacional 2022 cumpla en el papel con la regla fiscal según su redacción actual, lo cierto es que esa redacción es contraria al propio espíritu de la norma, que buscaba que para cada escenario el límite al crecimiento al gasto corriente fuera más estricto que en los escenarios anteriores.

Dato D+: La Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (LFFP) define en su artículo 9 la regla fiscal como un “límite al crecimiento del gasto corriente, sujeto a una proporción del promedio del crecimiento del PIB nominal y a la relación de deuda del Gobierno central a PIB”.

¿Por qué el límite de crecimiento para el presupuesto 2022 es tan bajo?

La regla fiscal fue ideada como una medida para contener el crecimiento de gasto corriente, sin embargo, no fue pensada para que funcione apropiadamente al atravesar una crisis económica, ya que, al definirse por el promedio de crecimiento de los 4 años anteriores, un decrecimiento en uno de esos años puede arrastrar significativamente ese promedio.

Por ejemplo, para calcular la regla fiscal del 2022 se utiliza el promedio de crecimiento del PIB del 2017 al 2020:

Si, hipotéticamente, el crecimiento nominal hubiera mantenido una tendencia similar en 2020 a lo que traía previamente, digamos de 4%, el promedio de crecimiento para definir el límite de la regla fiscal hubiera sido de 5.05%, lo que en el escenario actual de la regla fiscal significaría un límite de crecimiento de 3.28%, 1.32 puntos porcentuales más que el límite actual de crecimiento (1.96%).

Justamente por ese efecto que tiene la caída del PIB en un año de crisis económica, es que la regla fiscal incluye una válvula de escape general para periodos de recesión económica —entendida como dos trimestres consecutivos con decrecimiento—, como la que se vivió en 2020, pero el Gobierno tomó la decisión de no aplicar esa válvula de escape y mantener los límites de crecimiento.

Dato D+: La regla fiscal también tiene una válvula de escape para situaciones de emergencia nacional declarada que permite aumentar el límite de gastos vinculados a la atención de la emergencia, esa medida sí fue adoptada por el Gobierno para diversas instituciones tanto en 2020 como en 2021 a raíz de la crisis por COVID-19.