Soy una de las miles de emprendedoras costarricenses a quienes el gobierno tiene arrinconadas, con sus restricciones sanitarias que un día considera esencial un servicio y al otro lo cambia, sin ninguna explicación válida.

Eso le pregunté –en una carta – al ministro de Salud, Dr. Daniel Salas, y todavía espero la respuesta; pero una sustentada en hechos, no en divagaciones ni en ideologías médicas, alejadas de la realidad que acongoja todos los días a los ticos.

Según datos del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) Costa Rica ocupa el quinto lugar en emprendimientos —en América Latina— y hay casi 340 mil personas dedicadas a este tipo de iniciativas económicas.

Un estudio del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) reveló que cerca del 90% son negocios a cargo de jóvenes de más de 25 años. La mayoría de estas microempresas están en el área de servicios y comercio.

Justamente, administro una cadena de tiendas de conveniencia, ubicadas en las gasolinerías, y dedicadas a servir al público las 24 horas del día, durante todo el año.

Con nosotros trabajan decenas de hombres y mujeres, jefes y jefas de hogar, jóvenes que estudian de día o de noche; pero debido a las medidas sanitarias del gobierno muchos de ellos están a punto de perder su empleo.

Desde el inicio de la pandemia —y hasta junio del 2021— los minisúper eran un servicio esencial y, debido a que tenemos permiso sanitario de funcionamiento las 24 horas, nos permitían operar de lunes a domingo sin restricción horaria, siempre con un aforo del 50% y cumpliendo los más estrictos protocolos de salud.

Pero, de un momento a otro el ministro de Salud decidió —sin explicación válida alguna— considerar “no esencial” nuestros emprendimientos y condenarnos a una muerte lenta, debido a los antojadizos cierres de 9:00 pm a 5:00 am.

Los emprendedores no podemos atender presencialmente a los clientes, solo por “delivery”, y eso incrementa el valor del servicio, lo cual redujo en un 40% las ventas.

Para sobrevivir hubo que despedir personal o suspender a otros; todo ello incidió en la atención de miles de personas, la inmensa mayoría quienes laboran de noche y en la madrugada.

El ministro olvida que a los minisuper acuden oficiales de policía, radiopatrulleros, tráficos, conductores de unidades de emergencia, personal de salud, taxistas, ciudadanos quienes finalizan sus jornadas y necesitan un lugar donde comprar

Todos esos trabajadores, del sector público y privado, carecen de un lugar donde comprar un café o una bebida, calentar su comida, recargar el teléfono celular, entre muchas otras necesidades básicas.

Debido a la restricción vehicular, en la calle solo transitan personas quienes, por sus labores, deban circular estrictamente, lo cual implica que no hay aglomeraciones, ni excesos de aforos en las tiendas de conveniencia.

A raíz de esa situación —y de otras— los emprendedores solicitamos al gobierno un permiso para atender dentro del horario restringido a los costarricenses, sin incurrir en aglomeraciones por medio de una limitación del aforo.

Por ahora de 9:00 pm a 5:00 am solo podemos vender vía “delivery”, por lo que debemos pagar comisiones, lo que eleva el costo de los productos.  Las ventas por plataforma durante el turno de la noche son casi nulas y para las personas que trabajan en la calle se vuelve irrelevante este servicio.

Atender a clientes de manera presencial las 24 horas, con aforo limitado, y los más estrictos protocolos sanitarios, nos permitiría emplear a 25 personas más, y sería un gran alivio y ayuda para los ciudadanos, quienes incontables veces nos ruegan que les vendamos un café, una galleta, o algo para seguir con su jornada.

El gobierno sigue sin explicarnos qué tipo de ayuda otorga a quienes son despedidos, suspendidos o con su jornada laboral reducida; y cuáles son los datos estadísticos que establecen una correlación entre la apertura de los minisúper y el incremento en los casos de COVID-19.

Recordemos que hace 200 años los emprendedores dejaron a un lado sus pequeños negocios para dedicarse a sentar las bases de una nación basada en la libertad, la justicia, la paz y la prosperidad.

Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio. Delfino.CR es un medio independiente, abierto a la opinión de sus lectores. Si desea publicar en Teclado Abierto, consulte nuestra guía para averiguar cómo hacerlo.