En las próximas elecciones, casi dos terceras partes de quienes aspiran a la Presidencia de la República también lo harán por una curul a la Asamblea Legislativa (17 de 27), un récord. Eso ha convertido a la doble postulación en un “enemigo” a eliminar por ley, bajo la falacia de que el frío está ahí. Pero ese frío vive en el sistema electoral: la forma en que los votos se convierten en curules.
Lo primero. En Costa Rica, como en toda democracia, esas 27 personas que quieren llegar al Poder Ejecutivo piensan y actúan como actores políticos. Es decir, buscan maximizar los intereses de sus partidos según lo permitido en las normas electorales. Así, casi dos terceras partes de quienes aspiran concluyeron: “es más beneficioso para mi partido que aspire a la Presidencia y a la Asamblea al mismo tiempo”. Eso es válido. Es estrategia política y respeta las reglas del juego.
Pero luego, sigue otra pregunta: “¿Por qué provincia busco la curul?” y, en estas Elecciones Nacionales, 15 de esas 17 candidaturas eligieron San José. Si recordamos que los actores políticos buscan maximizar sus intereses, es lógico que eligieran esa provincia: es la que más curules reparte (19 de 57) y, por eso, donde existe mayor posibilidad de obtener alguna, dada la fórmula que se utiliza.
Ese hecho debió encender todas las alarmas sobre la doble postulación. Dado que, si la votación obtenida por las diferentes listas es semejante en esa provincia, por matemática electoral, más partidos ocuparan alguno de los 19 escaños de San José, lo que causaría mayor fragmentación en el Congreso y, además, pérdida de poder político para algunas agrupaciones. Es una posibilidad cercana y real; pero, insistir en que la causa es la doble postulación, es no querer tocar el verdadero lugar donde está el frío: repito, en el sistema electoral.
Este reparte las curules según la votación que obtiene cada partido político. El problema es que nuestro “pastel” a repartir es muy pequeño, 57 “tajadas”, que hay que repartir entre 7 provincias y que, a su vez, se deben distribuir entre una cantidad creciente de partidos. Eso hace que la repartición de “tajadas” entre quienes aspiran al puesto sea muy inexacta en todas las provincias, salvo en la más poblada. Esa sí es la causa principal que concentra la doble postulación en San José.
El debate sobre este asunto representa la cultura de la clase política en el tema: evadir, desde 1963, la necesaria discusión y reforma al sistema de elección de la Asamblea Legislativa, para mejorarlo en beneficio de la relación entre representantes y representados y, por ende, de la legitimación democrática del Congreso.
Existen muchos análisis y propuestas científicas para ese fin, lo que hace falta es que la clase política decida ver, de una vez por todas, donde está el frío.
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