El 15 de septiembre se celebran los 200 años de independencia de cinco países de Centroamérica, por lo que considero sumamente importante hacernos muy serias preguntas sobre la independencia de quiénes y para qué, además de qué es lo que se ha hecho con esta en todos estos años. Se puso de moda en los periódicos y redes sociales hacerse la pregunta por las tres personalidades ticas del bicentenario, yo me uno a dicha tendencia al realizar no mis tres ticos, si no seleccionando a quienes considero verdaderos centroamericanos universales.

En realidad, no son ni siquiera centroamericanos, pero por medio de la intervención armada y la guerra de baja intensidad, se convirtieron en figuras con mayor influencia que cualquier político electo democráticamente en toda la Centroamérica histórica. Son quienes a los ojos del poder se comportaron como verdaderos dueños de este pequeño pedazo de tierra de segunda categoría que conecta las dos grandes Américas, mientras la ley y la comunidad internacional miraban en otra dirección. Los tres se comprometieron a honrar los intereses de una clase empresarial transnacional con un musculo fuerte, en este sentido sus victorias y derrotas no son necesariamente su culpa, ya que su función de inteligencia fue meramente instrumental, pero bien que nos dieron una lección a todos los centroamericanos sobre el alto precio que tiene intentar reforma y transformación.

¿Bajo qué criterios los selecciono?

La mayoría de expertos señalan que a partir de Esquipulas II las relaciones entre los centroamericanos se han dado con cordialidad, pero esto no se ha traducido aún en un sistema que vea como prioritario la inversión social, la salud, o el desarrollo rural. En mi opinión las principales limitaciones colectivas para la región están en estos campos:

  • Seguridad: Tanto la violencia intrafamiliar, social, de pandillas o de plano homicida, es uno de los fenómenos traumáticos más importantes en la región, es uno de los principales factores expulsores de migrantes en el área, en conjunto con la falta de oportunidades laborales dignas. Está violencia no siempre estuvo allí, se acrecienta a partir de periodos de conflictos sociales muy intensos, guerras civiles e intervenciones armadas, quienes sean seleccionados entre mis tres finalistas tienen que haber jugado un rol importante en la edificación de estas condiciones.
  • Geopolítica: Centroamérica en estos 200 años, ha sido un área con poco margen de acción frente a la dominación militar y económica de las potencias de turno, por esto es un área altamente geopolitizada. Desde la misma distribución heredada de la corona, en subreinos y capitanías, destinadas a contener una pugna de clase especialmente racializada, pasando por los fallidos intentos de construir un Estado Federado, hasta nuestros días donde la división territorial no solo está dada entre micro-países con muy pocas posibilidades de desarrollarse por sí solos, también a lo interno, cada país ha sufrido una serie de embates políticos y contrarrevolucionarios cada vez que por medios democráticos, o no, han intentado reformar la distribución injusta de la tierra.
  • Integración: Más allá de la creación de mecanismos formales de integración en temas de comercio, salud, por ejemplo, que han tenido éxito, creo que el principal reto es la creación de un proyecto identitario de la Centroamérica histórica, un frente histórico común, ya que el avance del autoritarismo y el nacionalismo en los países del área ha prevenido que esto suceda. El pasado julio el Sexto Informe Estado de la Región nos alarma al mostrarnos el alza en la desconfianza que se siente ante los mecanismos democráticos, los centroamericanos estamos acostumbrados a vivir cada periodo una simulación electoral, donde los candidatos tienen muy pocas diferencias, supone una pseudo-elección, como decidir entre “café negro sin azúcar o café negro sin crema”. No existe actualmente un proyecto de la población centroamericana por querer trascender la identidad mestiza y fraccionada de las elites. La resonancia que provoca el cambio, fue abatida hace un tiempo por el sonido de los cañones, de aquí recae la importancia de mis 3 del bicentenario.

Quisiera extenderme con mis tres, contando sus logros y anécdotas, pero me voy a reservar esto debido al tiempo, solo los voy a nombrar y describir brevemente, espero que el ojo atento e interesado quiera profundizar por sus propios medios. En orden siendo el primero el de mayor importancia, los elegidos son:

Allan Dulles: Fue el primer civil en convertirse director de la CIA y hasta el día de hoy quien ha ostentado el cargo por más tiempo (1953-1961). En conjunto a su hermano John Foster, quien simultáneamente fue secretario de Estado de Eisenhower (así es, dos hermanos dominando la política exterior estadounidense por casi una década), acumularon tanto poder que con una de sus firmas conferían la autoridad de perseguir políticamente a quien sea y de asesinar con total impunidad. Los hermanos Dulles odiaban el comunismo, pero lo que más detestaban era el neutralismo, cualquiera que se declarara neutral a inicios de la guerra fría era un enemigo de los intereses norteamericanos, ejemplo de esto fue el golpe de Estado que orquestaron en Irán y luego en Guatemala en 1954, ambos para mantener los intereses mercantiles de las corporaciones que anteriormente representaron como abogados privados y de las cuales tenían acciones, como por ejemplo de la United Fruit Company.

Howard Hunt: Es más conocido por su participación en el escándalo Watergate y por confesar en su lecho de muerte su participación en el asesinato de Kennedy. Cuando despiden a Dulles por la fallida operación a Bahía de Cochinos, Hunt adquiere más notoriedad en asuntos latinoamericanos, llegando a jugar un rol importante en su lucha contra el comunismo global. Recuerdo que, en una entrevista, cuando le preguntan por la invasión en Guatemala dijo: “Lo que queríamos hacer era una campaña de terror, aterrorizar a Árbenz y sus tropas, como los bombarderos Stuka alemanes aterrorizaron a las poblaciones de Holanda, Bélgica y Polonia”. Lo que llamaba “un poco de bombardeos inofensivos”.

Duane Clarridge: Autodenominado “espía para todas las temporadas” (spy for all seasons), llega a ser director de la división de asuntos latinoamericanos de la CIA en la administración de Reagan, con una combinación de la Doctrina Munroe y la escalación estratégica del conflicto soviético en los países de la región. Sus principales logros son convertir a la contrarrevolución en Nicaragua la mejor financiada del mundo en la época, luchar la guerra contra las drogas, pero como traficante al orquestar lo que se llamó el escándalo Irán-Contra. Fue denunciado por mentir al congreso en 1991 y perdonado antes de que su juicio terminara por el presidente Bush en 1992.

Menciones especiales para: Félix Rodríguez, Luis Posada Carriles y John Negroponte.

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