La NFL

Inició la temporada regular del deporte más popular de los Estados Unidos y los Bucaneros de Tom Brady (eran de Tampa, pero es evidente que ahora le pertenecen al esposo de Guiselle), ganaron en el último segundo gracias a la habilidad de su mariscal de campo de 44 años. El juego inaugural fue emocionante, pero mostró los fallos propios de las semanas iniciales de una temporada larga, principalmente en los equipos defensivos. Brady insiste en desafiar la lógica de la edad jugando al nivel de siempre e incluso demostrando que algo de pólvora queda aún en su brazo, pues lanzó un par de pases profundos propios más de un joven de 25 que de un caballero de 44.

La jornada dominical tuvo juegos emocionantes (Kansas City contra Cleveland), juegos apretados (Miami-Nueva Inglaterra), algunos juegos apenas para el gasto (Broncos-Gigantes) y en la noche pudimos apreciar la redención de Matthew Stafford, el mariscal de Los Carneros de Los Ángeles, que después de pasar años el purgatorio de Detroit por demasiado el domingo lució como la segunda venida de Dan Marino y a los aficionados de Los Ángeles les tomó unos tres minutos y medio olvidar a Jared Goff.

En lo feo de la semana, los Halcones de Atlanta lucieron listos para bajar a segunda división (si esto existiera en la NFL aclaro), pero lo horroroso fue presenciar la decadencia de Aaron Rodgers en Green Bay. Después de vivir durante la pretemporada una serie de capítulos dignos de una novela de Telemundo, resultaba evidente para todos que Rodgers debía irse de los Empacadores. El divorcio entre el equipo y su estrella se evidenció el domingo con creces, cuando Rodgers tuvo el peor partido de toda su vida, llegando casi a lanzar la misma cantidad de intercepciones en un juego que en toda la temporada anterior. La novela seguirá hasta que Rodgers encuentre un equipo que quiera recibir su contrato.

Será una gran temporada, y respecto de los favoritos: mientras Tom Brady siga tirando el balón a las diagonales yo aplicaría la muy tica frase: No se repartan nada….

Las Grandes Ligas

Se acercan los playoffs y en este momento la Liga Americana presenta una batalla épica en el Este para alcanzar la clasificación en el puesto del Comodín: Los Azulejos, los Yankees y los Medias Rojas nos prometen un final de setiembre épico. Tampa sin embargo, es el gran favorito de esta Liga, donde han lucido dominantes durante todo el año, pero los Basureros… perdón los excampeones Astros de Houston están listos para la fase final y son tal vez el rival más peligroso que los Rays van a enfrentar. Sin embargo, si los del Bronx o los de Boston llegan a la fase final nadie va a querer jugar contra ellos. Recordemos que hay dos clasificados al comodín y que su participación en los play-off depende de un solo juego eliminatorio. En este momento ese juego sería entre Yankees y Azulejos, pero cada día la ubicación de estos equipos cambia y los Medias Rojas (si logran salir de su racha de lesiones y contagios de COVID-19) pueden ser finalistas. Mi criterio es que los Azulejos son favoritos, para este ultimo puesto ya que el cuerpo de lanzadores de los Yankees no está fuerte y sus bombarderos tienen en este momento una dependencia preocupante por el ponche y no por el hit

La Nacional ya tiene definidos sus clasificados iniciales (Gigantes, Dodgers) y Atlanta y Milwaukee están a pocos juegos de ganar sus divisiones. La carrear por el comodín en el viejo circuito pasó de emocionante hace dos semanas a mediocre esta semana después de que los Rojos, los Padres y los Mets, decidieron que la estrategia para setiembre era perder la mayoría de los juegos posibles. El caso de los Rojos ha sido especialmente doloroso para quien suscribe, porque se suponía que tenían el calendario más sencillo de todos y han perdido de forma contundente contra equipos que a principio de año barrían. La buena noticia es que un viejo conocido de la afición costarricense está en este momento por adueñarse del comodín: los Cardenales de San Luis. El ganador de este comodín deberá probar su suerte contra los Dodgers o los Gigantes.

La NBA

Faltan cinco semanas para el inicio de la temporada y a pocos días de que abran los campos de entrenamiento. Los Nets y los Lakers tuvieron una carrera cerrada en el verano gringo para firmar la mayor cantidad de veteranos disponibles y armar más a dos equipos que ya de por sí estaban recargados.

Los análisis de la prensa deportiva han dejado de lado totalmente la oportunidad de los Bucks de repetir su campeonato debido a que su actividad de contratación ha sido casi nula en la post temporada, lo cual es una falta de respeto para el mejor jugador de la liga en este momento, el griego Giannis Antetokounmpo (sí, lo admito, usé Goggle para poder escribir bien ese apellido).

Favoritos de la afición como los Bulls o los Celtics han hecho movimientos llamativos que los colocan como equipos competitivos en el Este pero no como favoritos, mientras que los 76s de Filadelfia parecen estar a un paso de perder a Ben Simmons debido a su inhabilidad de lanzar a la canasta (uno pensaría que es una habilidad básica en este deporte).

En el oeste, además de los Lakers, solo los Suns de Phoenix y los Clippers se ven con posibilidades de competir, y los Nuggets, Jazz, Mavericks y Trail Blazers están listos para otra temporada de fuerte competencia, grandes individualidades de Luka, Jokic, Mitchell y Lillard, pero sin resultados definitivos ya que el dominio de los equipos de Arizona y Los Angeles parece no dejar dudas de los finalistas para la temporada 21-22, peeeeeero: no se olviden que los Splash Brothers (Curry y Thompson) por fin están juntos de vuelta en Golden State… y eso es un problema que a la fecha ninguna defensa ha podido resolver.