Por Ailyn Mora Fuentes - Estudiante de la Maestría en Gestión de Proyectos
“El secreto de avanzar es comenzar, el secreto de comenzar es partir nuestras grandes tareas en tareas más pequeñas que sean manejables y luego comenzar con la primera”. —Mark Twain.
Nunca es tarde para comenzar a poner orden en nuestras finanzas personales, y qué mejor manera que aplicando nuestros conocimientos de gerencia financiera en nuestra vida personal. Debemos recordar que aunque este concepto es más reconocido a nivel empresarial, nuestra educación financiera comienza en casa, pues cómo administramos nuestros recursos va a determinar nuestra capacidad de cumplir nuestros objetivos en la vida, sean esos vivir una vida sin deudas, comprar una casa o incluso ahorrar para nuestro retiro.
Partiendo de este concepto, lo primero que debemos tener claro son algunas de las costumbres que pueden ser señal de una mala gestión financiera en nuestras vidas, como lo es la tendencia de vivir al límite de nuestra capacidad financiera, viendo el ahorro como un lujo que no muchos están dispuestos a pagar y nunca establecer objetivos financieros claros; en otras palabras, “trabajar para vivir”, frase que aunque pueda ser familiar para muchos, incluye muchas de las excusas que nos imponemos para no cambiar factores importantes económicos que nos podrían traer muchos beneficio al largo plazo.
La gerencia financiera nos puede ayudar a gestionar de manera correcta nuestros recursos, de la misma manera en que nos ayuda en nuestros proyectos laborales. De esta forma, garantizaríamos una ganancia que puede ser invertida para poder generarnos más ingresos y más riqueza para nuestras familias, y así tener más estabilidad y por ende más oportunidades de crecimiento. Entonces, la gran pregunta es cómo lo logramos. Si bien es cierto que los términos pueden ser simples, es entendible que la ejecución sea más complicada de realizar, pero lo principal es —como se mencionó al inicio del artículo— comenzar con la primera tarea y partir a las que siguen, a continuación, las dos tareas más importantes para iniciar con nuestro proyecto personal:
1. Establecer objetivos financieros: primero se deben establecer cuáles son nuestros objetivos. De la misma manera que realizamos un acta de alcance, se debe tener claro y entender que nuestros objetivos pueden representar sacrificios financieros y que hay una disposición real de alcanzarlos.
2. Presupuesto: es fundamental saber cuál es nuestro presupuesto mensual acorde con nuestros objetivos, ya que en un presupuesto real de acuerdo con nuestras capacidades vamos a basar todos nuestros gastos fijos y variables,.
Lo importante de este proceso es que nos sintamos cómodos con las decisiones financieras que tomamos día a día, ya que estamos trabajando hacia un bien mayor no solo para nosotros mismos, sino para las personas con las que compartimos nuestras vidas, a las que incluso podríamos ayudar con nuestro conocimiento.
