El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha propuesto este miércoles ante la Asamblea General de Naciones Unidas una "transformación del sistema internacional de salud" para no estar "desprevenidos" ante nuevas emergencias y frente a la "inequidad" en la distribución de las vacunas.

Hernández ha criticado especialmente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) por la disparidad de reparto de vacunas entre los países desarrollados y los que están en vías de desarrollo.

"A pesar de tener dinero no pudimos acceder a ellas (a las vacunas). Se debe crear un Fondo de Emergencia con el aporte de todos los países para garantizar un acceso equitativo de las vacunas o cualquier otro medicamento", ha aseverado.

Además, considera que la OMS "no debería esperar los problemas para preparar soluciones", pues "no pueden estar desprevenidos" para afrontar cualquier tipo de emergencia que se pueda dar.

Pero, más allá de la crisis sanitaria, Hernández ha recordado que Honduras vivió un año 2020 "catastrófico" pues, además de la COVID-19, tuvo que enfrentarse a dos huracanes --'Eta' e 'Iota'-- que destruyeron cultivos, infraestructura y viviendas, y que también se cobraron la vida de decenas de hondureños.

"De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Banco Central de Honduras, las périddas estimadas fueron de más de 4.000 millones de dólares --en torno a 3.420 millones de euros--, lo cual puede ser poco para los países ricos, pero es mucho para nosotros. Equivale al 30 por ciento de nuestro presupuesto nacional anual", ha apuntado el mandatario centroamericano.

LUCHA CONTRA EL NARCOTRÁFICO

Hernández asumió la Presidencia hondureña a comienzos de 2014 y, desde entonces, uno de sus principales focos de acción fue la lucha contra el narcotráfico, pues en aquel entonces Honduras era "el país por donde más pasaba la droga que entraba en Estados Unidos".

Desde su posesión del cargo, la nación centroamericana ha experimentado una transformación en este sentido gracias a que ha reducido el tráfico de estupefacientes en un 95 por ciento, según ha informado el propio mandatario.

Del mismo modo, ha encumbrado el proyecto por el cual se transformó la Policía Nacional al destituir a casi la mitad de sus miembros tras comprobarse vínculos con bandas criminales y corrupción.

En definitiva, la unión de las medidas contra el narcotráfico y la corrupción en la Policía han derivado e que la tasa de asesinatos se ha reducido en un 60 por ciento desde el inicio de su mandato al frente de Honduras, evitando así miles de muertes.