Por Mariela Villegas Cox – Estudiante de la carrera de Economía

América Latina en la actualidad es una región muy diversa, llena de culturas, costumbres e ideologías políticas muy cambiantes. Según la opinión actual se cree que el nuevo estatus quo de la mayoría de los países latinoamericanos viene del socialismo. Podemos ver naciones como Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia que implementan hasta la actualidad una forma de gobierno y de estructura económica en pro del socialismo. El caso de estos países no es único, casi todos los países latinos tienen una especie de pasado más socialista.

Pero si nos vamos hasta el inicio de conformación de América como una región productiva y económicamente creciente podemos analizar que la conquista de los españoles y portugueses fue hecha con el fin de conquistar más capital y aumentar las arcas de las coronas de ambos países. La conquista y posterior colonización de América no fue hecha con el fin de ayudar o brindar soporte a las poblaciones autóctonas americanas, sino fue con el deseo de conseguir más dinero y riquezas. Esto puede definirse como de los fundamentos esenciales del capitalismo, el enriquecimiento casi sin límites. Por lo tanto, podemos ver que, desde la llegada de los europeos a esta parte del mundo, lo que se tenía como objetivo era generar ganancia y poder. Fue así como poco a poco en las distintas regiones, capitanías o virreinatos se empezó a definir las primeras formas de capitalismo incipiente.

Uno de los mejores ejemplos fue la sociedad novohispana, una sociedad heterogénea donde tenemos la presencia de tres modos de producción bien definidos: despotismo tributario, feudalismo y capitalismo embrionario. El despotismo tributario era impuesto por las Coronas española y portuguesa para aumentar su capital y financiar infraestructura o nuevas expediciones fuera de Europa. Además, servía para financiar campañas militares fuera de los territorios de la corona. Uno de los casos más conocidos es el impuesto a las mercaderías, sobre todo al té, el cual fue el catalizador para la independencia de Estados Unidos. Sus trece colonias eran parte de otro poder hegemónico: el Imperio británico, el cual llegó a dominar gran parte del mundo con sus colonias de ultramar. Además, su sistema de tributación era similar o igual al impuesto a la sociedad novohispana.

El feudalismo es tal vez el concepto más conocido de los anteriormente mencionados. Su base central era la descentralización de poder, lo cual era necesario porque las cabezas gobierno estaban en Europa. El contexto se caracterizó por ser una época de oscurantismo social en el que las guerras y epidemias eran noticia diaria. Además no hubo un avance científico relevante, el cual, como es bien sabido, siempre impulsa a las económicas a un crecimiento.

El tercer concepto presente en las sociedades coloniales, como las novohispanas, era el capitalismo embrionario, el cual es aquel que se insertó en las sociedades americanas y este se da con la expansión de los mercados europeos en los siglos XV y XVI. Aun a pesar de esto, el Estado en sí era considerado como feudal, por la forma de gobierno y las políticas económicas de la época.También es importante recalcar que la forma de trabajo en la América colonial, sin importar cuál fuera la jefatura del Estado, fue impulsada por la mecánica y dinámica capitalista desde el día uno. Sin embargo, debido a transformaciones internas de las mismas regiones o virreinatos más económicamente pudientes —como el virreinato de Nueva España (actual México), el del Perú, y el de La Plata (región de Uruguay y Argentina)—, se empezaron a formular las bases para un sistema productivo, aún capitalista, pero más enfocado en no solo favorecer a las coronas, sino también al mismo pueblo que después de cientos de años de colonización sufrió un proceso de mestizaje. Esto provocó que los mestizos y criollos quisieran dominar las economías y los recursos de su propia tierra. Esa reclamación capitalista de la tierra y recursos fue uno de los precursores de los distintos movimientos de independencia en toda la región americana.

 

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