Por Michelle Montano Martin – Estudiante de la carrera de Contabilidad
El papel de un líder conlleva una gran responsabilidad debido a que implica tener personas a cargo y convertirse en un ejemplo a seguir para su equipo o los individuos que lo rodean. Las acciones realizadas por los líderes deben ser coherentes y basadas en la disciplina (Alfonso et al., 1999). Está virtud anima a cada uno de los individuos a realizar sus actividades de la mejor manera, centrándose en cumplir sus objetivos por medio de la perseverancia y la autoexigencia. A su vez, existen cualidades como el autocontrol, el respeto, la responsabilidad, voluntad y estabilidad personal que derivan de la disciplina (Melina, s.f.). Debe quedar claro que cada uno de los atributos mencionados con anterioridad forman parte del desarrollo del ser humano que, en conjunto con los espacios en donde se relacionan, logran potenciar sus habilidades y llegar influir en diferentes ámbitos. Acá es donde entra el rol que tienen los espacios universitarios en la formación de las personas.
La vida estudiantil en la etapa universitaria está cargada de aventuras, experiencias llenas de diversión, cultura y de relaciones humanas que contribuyen con el desarrollo de cada persona en el ámbito personal como profesional. Esto demuestra que en la universidad no solo se va para obtener una titulación, sino que se puede ser partícipe de diferentes espacios que le agregan valor a la vida académica. Del mismo modo, la universidad presenta un entorno diverso, totalmente diferente a lo experimentado en la etapa escolar. Un universo en el cual se puede ser uno mismo, sin ninguna restricción, lo que permite que el estudiante se sienta dentro de una zona segura y libre de discriminación. La integración de los estudiantes se logra gracias a los esfuerzos que las instituciones hacen al diseñar planes de estudio que no solo involucran la enseñanza de asignaturas afines a una carrera o profesión, sino que también crean áreas de esparcimiento que ayudan en el desarrollo y reforzamiento de las habilidades blandas.
Los gobiernos estudiantiles forman parte de estos espacios que contribuyen en gran medida a suplir las necesidades que cada una de las comunidades presenta, solventándolas por medio de proyectos enfocados en materia cívica, cultural, salud y actualización profesional. Las personas electas se convierten en los representantes de la carrera a la cual pertenecen, conocen cuáles son sus inquietudes y generan propuestas que pueden llevar a cabo en conjunto con sus directores de carrera y cumplir con las expectativas impuestas por sus votantes y la universidad. Durante el periodo de mandato, los estudiantes fortalecen sus destrezas, como la resolución de conflictos, negociación, comunicación, liderazgo, trabajo en equipo, resiliencia, disciplina, empatía, el sentido del servicio a la comunidad estudiantil, escucha activa y pensamiento crítico; fortalezas que son observables en el transcurso de la gestión gracias al trabajo colaborativo entre las diferentes facultades universitarias.
Sin embargo, pertenecer al gobierno estudiantil requiere de un compromiso total con sus representadas, dedicar horas en la planeación y ejecución de actividades. Es igual que cualquier otra asignatura en la que se debe hacer un esfuerzo extra para sacar adelante cada uno de los proyectos. Tener en mente de que existe una diversidad de pensamiento que se debe respetar y ser conscientes de que esto también puede suceder dentro de los grupos externos de la universidad, ya sea en un ambiente laboral o familiar. Sin la cooperación, la disciplina o sentido de pertenencia es imposible que los objetivos planteados se cumplan. La credibilidad se llega a perder y la gestión sufre las consecuencias debido a estas faltas que son fundamentales en el desarrollo humano de los miembros participantes del gobierno ya que ellos son los líderes del mañana.
Es importante recalcar que un líder no nace, sino que se forma; para esto es que se debe alentar al alumnado a ser parte de espacios como los gobiernos estudiantiles, que aportan valor en la preparación académica como profesional. El desarrollo de estas habilidades lleva su tiempo, el liderazgo no solo se puede basar en influenciar o inspirar personas, sino en ayudar alcanzar su potencial. Asimismo, el trabajo en equipo es elemental, así como lo comentó Phil Jackson, exjugador y entrenador de la NBA, “la fuerza del equipo está en cada individuo, la fuerza de cada miembro está en el equipo”.
MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas. Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.
Referencias bibliográficas:
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Alfonso Sánchez, I. R., Alvero Pérez, Y. y Tillán Gómez, S. (1999). Liderazgo: un concepto que perdura. ACIMED, 7(2), 132-135. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S102494351999000200008&lng=es&tlng=es.
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Melina, Y. (s.f.). Disciplina, el secreto para ser un gran líder, aprende a desarrollarla. Firmamento. https://www.firmamento.co/blog/disciplina-el-secreto-para-ser-un-gran-lider-aprende-a-desarrollarla/