Un grupo de trabajadores de una finca privada ubicada en el sector de Finca 12, en Palmar Sur de Osa, Puntarenas, encontró una esfera precolombina la cual se encontraba enterrada y sobresalía de forma ligera en la superficie.

Tras el descubrimiento, los personeros de la finca contactaron al Museo Nacional de Costa Rica (MNCR) alertando la presencia de esta pieza. Los arqueólogos y funcionarios del museo se desplazaron a la zona para verificar la información recibida.

Los trabajadores estaban preparando un camino interno cuando vieron la pieza que se encontraba cubierta con tierra originaria de un canal cercano.

Al respecto el arqueólogo del Museo, Francisco Corrales, indicó que:

Esta pudo ser la causa por la cual hasta ahora se realiza este hallazgo.” 

De acuerdo con el Museo, la esfera precolombina mide 1.23 metros de diámetro y está en perfecto estado de conservación.

Además señalaron que en los alrededores de la zona, “se observó la presencia de piedras de río que habían sido removidas de su sitio original para construir zanjas de drenaje. Estas piedras formaban parte de una estructura precolombina que podría ser la base de viviendas o empedrados.”

Según Corrales:

El hallazgo de esta esfera y el estudio de su contexto permitirá actualizar información sobre el asentamiento y el papel que el artefacto pudo tener en la comunidad antigua que habitó el lugar y su relación con otros asentamientos cercanos como Finca 6, que forma parte de los sitios con esferas de piedra declarados patrimonio mundial por la UNESCO.”

La zona donde fue ubicada la pieza formó parte de un asentamiento el cual los arqueólogos Doris Stone, Samuel Lothrop y Claude Baudez visitaron en varias ocasiones y registraron la presencia de otras esferas, estructuras de piedra y material fragmentario. Sin embargo, según el Museo, esas piezas fueron removidas, “perdiendo así la información asociada a ellas”. 

El museo propuso mantener la esfera precolombina en su lugar, así sus arqueólogos pueden investigar para conocer mejor el entorno y diseñar acciones de conservación y gestión cultural.

De acuerdo con los expertos, los propietarios del terreno y los funcionarios del Museo Nacional coordinarán para establecer conjuntamente la propuesta de manejo del sitio que garantice la salvaguarda del recurso cultural descubierto.