La Policía de Nicaragua ha detenido este lunes a los líderes universitarios Lesther Alemán y Max Jerez y a los campesinos Merardo Mairena, Fredyy Navas, Pedro Mena y Pablo Morales.

Según indica el diario 'La Prensa', tanto la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN) como el Movimiento Campesino han denunciados estas detenciones mientras que la Policía no se ha manifestado sobre estas por lo que no ha indicado el motivo de los arrestos.

Hasta 21 políticos y periodistas independientes han sido detenidos en la última oleada represiva, incluidos los precandidatos presidenciales Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro y Miguel Mora, que el Gobierno de Daniel Ortega ha iniciado contra opositores a meses de las elecciones presidenciales en el país.

Todos los encarcelados, a excepción de Cristiana Chamorro que es investigada por delitos de supuesto lavado de dinero, han sido acusados bajo lo establecido en la Ley 1055, Ley de Defensa de los derechos del pueblo a la Independencia, a la Soberanía, y autodeterminación para la Paz.

Unión Europea estudia nuevas sanciones contra Nicaragua

La Unión Europea estudiará nuevas sanciones contra las autoridades de Nicaragua para responder a la "espiral represiva" en el país, donde se ha detenido a seis precandidatos presidenciales de cara a las elecciones del próximo mes de noviembre.

"En los contactos con las autoridades quedó claro que el Gobierno no tiene intención de abandonar su intransigencia. Con los Estados miembros ya estamos valorando distintos instrumentos de los que disponemos, incluyendo nuevas sanciones", ha anunciado el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, en un debate en el Parlamento Europeo sobre la situación en el país centroamericano.

El jefe de la diplomacia europea ha lamentado que el Ejecutivo de Daniel Ortega haya iniciado una oleada de detenciones "sistemáticas" de candidatos, activistas, periodistas y empresarios. "Ha optado por la vía de la confrontación", ha resumido sobre el dirigente nicaragüense, insistiendo en que la UE debe responder ofreciendo diálogo pero sin renunciar a ejercer presión política.

"La dinámica represiva es la marca de clase del Gobierno de Ortega, no hay manera de concebir estas elecciones como una competición política", ha apuntado Borrell, que no obstante ha desestimado cancelar el acuerdo de asociación con Nicaragua al entender que esta decisión iría contra la población local.

En el debate con los europarlamentarios, la inmensa mayoría ha denunciado la persecución política que se registra en el país centroamericano y han demandado que el bloque europeo adopte medidas contra el presidente y su círculo.

Leopoldo López Gil, del PP, ha criticado el "desamparo" del país ante la dinámica opresora de Managua y ha recalcado que Europa debe tomar "medidas inmediatas" y sancionar a los responsables de los crímenes, "empezando por Ortega".

El exministro popular Juan Ignacio Zoido ha señalado que Europa no puede permanecer "impasible" y debe aplicar sanciones hasta que los nicaragüenses puedan expresarse libremente.

Por parte de Ciudadanos, Soraya Rodríguez ha pedido que la UE desmonte el "tinglado de corrupción" que sustenta al régimen nicaragüense, mientras que José Ramón Bauza ha apuntado a Borrell como responsable de la inacción europea. "¿A que espera la UE para reaccionar, de que sirven las sanciones en noviembre, si para entonces se consuma el fraude electoral?", ha asegurado.

Del lado de Vox, Hermann Tertsch ha elevado el tono y ha acusado a Borrell de apoyar regímenes como el de Ortega en Nicaragua y Nicolás Maduro en Venezuela, que tienen, a su juicio, a Cuba como su gran aliado. "Menos hipocresía y más sanciones a Nicaragua, Venezuela y a Cuba", ha reclamado.

Desde las formaciones de izquierda, se ha respaldado la visión del Alto Representante y que se amplíen las restricciones contra Managua. A juicio del eurodiputado socialista Javi López, la oleada autoritaria de Ortega no es un síntoma de fortaleza "sino de debilidad", mientras que Miguel Urban, de Podemos, ha afeado que en Nicaragua del proyecto sandinista "no queda nada".