Diversas organizaciones estudiantiles de la Universidad de Costa Rica (UCR) han levantado la voz en semanas recientes para denunciar una crisis de salud mental que viene afectando a las personas alumnas de la institución, especialmente desde el inicio de la pandemia.

Datos de la Defensoría Estudiantil Universitaria de la UCR registran por lo menos cinco suicidios consumados, a los que hay que agregar los intentos y diversas crisis depresivas y ansiosas, que se han agudizado en los últimos meses.

Las causas de este recrudecimiento son diversas, según nos comentó la psicóloga Adriana Gutiérrez Camacho, integrante de la Comisión de Salud Mental de la  FEUCR y quien nos compartió las experiencias de diversos estudiantes afectados por esta situación, quienes hicieron pública su situación en redes sociales.

Estas personas dieron su permiso para que sus historias fuesen publicadas en esta nota, manteniendo su identidad en el anonimato.

El primer relato es el de un estudiante de la carrera de Inglés que señaló que más de una vez este semestre me he encerrado en el baño, a punto de quitarme la vida porque simplemente es demasiado", y que agregó que "a la UCR no le importa la salud mental".

A su vez, se documentó el caso de un estudiante de Ciencias Económicas que reportó abusos en la evaluación docente como parte de su desencadenante de episodios de ansiedad:

Nosotros tenemos una cátedra de auditoría que por más que llevamos años pidiendo que los cursos sean semestrales, simplemente no nos escuchan y los mantienen anuales. Sin mentirte, de los 40 alumnos por grupo (solo abren como 3) mínimo a la mitad le toca repetir el curso. En mi caso, el profesor se encarga de repetirnos casi en todas las clases que es un curso muy difícil y que casi nadie lo pasa y por eso es que hay personas repitiendo el curso hasta por cuarta vez. Mi profesor tiene el descaro de darnos sólo un receso de 10 minutos y desde que entramos siempre salimos a las 10:30 de la noche. En cuanto a las evaluaciones, hacemos casos prácticos en los que duramos mínimo 10 horas resolviendo y cuando los revisa suele humillarnos por no pensar lo mismo que él. Por parte de la Asocia de Negocios se han levantado cartas con firmas respecto a eso pero los profesores hacen oídos sordos con nosotros. Estamos agotados con el curso y el profesor solo nos recalca que es culpa nuestra, y que por no ponerle es que después andamos haciendo cartitas para que nos abran curso en verano, como si fuese algo perjudicial. Yo honestamente luego de ese curso salgo hasta con migraña, y si no fuera porque estoy con psicólogo posiblemente estuviera en colapso con mi ansiedad y estrés.”

Gutierrez comentó a Delfino.CR que se han documentado situaciones que vienen desde antes de la pandemia, como el caso de una estudiante de la carrera de Archivística quien denunció que a pesar de haber sufrido de una crisis de salud mental que la llevó a estar internada en el 2019, no recibió una respuesta favorable por parte de sus profesores que más bien la tacharon de "irresponsable" por haber faltado a clases durante su periodo de internamiento:

En julio del 2019 me internaron en el Hospital Nacional Psiquiátrico y tuve que interrumpir cursos. Cuando retomé clases en marzo del año pasado y pasó lo de la pandemia se me hizo muy difícil la U, porque los profes no me entendían que no era por vagancia que no hacía las cosas. Ha sido lo peor, a inicios de clase les expliqué a todas las profes la situación de salud y la respuesta siempre es la misma: ‘yo la entiendo, pero sea responsable’, y la peor fue la profesora del curso de taller de graduación porque me pasa recalcando que tengo que estar comprometida con mi TFG, y no me ayuda para nada con el tema. Todo me lo rechaza y no me da más tiempo con las tareas cuando literalmente la depresión no me deja hacerlo. Entonces terminé dejando el curso botado, es demasiado fuerte para mí ese tipo de presión. Siento que los profes no entienden que aunque estemos en la casa no estamos todas las horas del día estudiando.”

A lo anterior hay que sumar que una de las carreras donde mayor incidencia de casos críticos se ha reportado, es en la de Farmacia, donde el tema ya llegó incluso a la decanatura.

Previo a esta nota, desde Delfino.cr conversamos con varios estudiantes de la carrera que nos reportaron situaciones similares a lo interno de la facultad.

Una de ella es Luisa, una joven estudiante que pidió mantener su nombre en el anonimato debido a que los profesores a los que señalan seguirán impartiéndole cursos a lo largo de la carrera.

En la conversación sostenida con este medio, Luisa señaló que:

La situación general viene desde hace años pero se ha recrudecido con la pandemia. Yo tengo cinco años en la carrera y siempre se han presentado malos tratos hacia algunos estudiantes, casi como que se identificara quién es la persona vulnerable y es a esa a la que se ataca. Aquí se dan casos en los que le dicen a los estudiantes que qué hacen estudiando esa carrera si no son capaces y cosas así. Yo tuve compañeros que lloraban antes y después de las clases y eso se viene dando desde antes de que empezara la pandemia pero ya con la virtualidad se agudizó".

La queja que Luisa y sus compañeros presentaron de forma más reciente, se debe a que en un curso del año pasado, varios estudiantes tuvieron una situación con el cuarto parcial en el cual el sistema invirtió las respuestas que los estudiantes habían entregando, perjudicando a más de 90 alumnos.

Por esta razón los estudiantes tuvieron una reunión con la decanatura de Farmacia el pasado 3 de junio, y en ella se conectaron más de 300 estudiantes para hablar sobre esta y otras situaciones de esta índole que también estaban pendientes.

Hasta el día de hoy los profesores lo que dicen es que uno es un vago y que como estaba acostumbrado a la virtualidad de fijo copiaba pero lo cierto es que las condiciones eran completamente distintas. Por eso nosotros llamamos inmediatamente a la Defensoría de los Estudiantes y mandamos una carta porque las condiciones no estaban siendo las justas", señaló Luisa a Delfino.cr.

Por situaciones como esta fue que semanas atrás se creó el grupo de Facebook Experiencias Virtuales UCR:

Todo lo de la salud mental se desencadenó por esta situación y por eso se creó el grupo donde todo el mundo empezó a postear. Al inicio todos los posts eran de Farmacia porque ese curso nos atrasó a todos casi que un año".

Experiencias virtuales UCR

Hay un grupo que se llama Experiencias Virtuales UCR en el que han pasado muchas cosas desde hace bastante tiempo. Hace unas semanas alguien básicamente escribió porque se estaba despidiendo porque pensaba acabar con su vida y tuvimos que alertar hasta a la Vicerrectoría de Vida Estudiantil para dar contención y ayudarle. Se tuvo que hacer de todo el trámite para dar con el estudiante y contenerlo a tiempo pero se han presentado muchos casos como este en este espacio".

La anterior es una declaración que brindó la Coordinadora de la Defensoría Estudiantil Universitaria, Miryam Badilla Mora, en una entrevista concedida a este medio y que concuerda con la posición de Adriana Gutiérrez sobre el grupo.

Según la psicóloga:

Hace unos meses surgió este grupo en Facebook y ha sido una plataforma súper triste donde abundan los testimonios de estudiantes que indican que ya no pueden más, que la carga académica los está matando y que la carga académica ya no funciona. Los estudiantes siguen quejándose y se siguen contabilizando suicidios. Nosotros tenemos documentados cinco, de acuerdo a los datos que nos han llegado, y la cantidad de personas que se acerca a la comisión a pedir ayuda ya es exorbitante".

Mora y Gutiérrez, quienes han seguido de cerca las denuncias de Farmacia y de otras carreras, conversaron con nosotros la semana anterior para explicarnos no solo el impacto que la nueva normalidad ha tenido en el estudiantado ya no solo de Farmacia sino de muchas otras carreras, que han visto afectada su salud mental, presentando situaciones críticas como la ya señalada.

Según Badilla:

Lo que pasa es que este caso no fue un caso aislado. Según los datos del directorio de FEUCR en los últimos seis meses se han presentado alrededor de cinco alertas por suicidio y por eso es que estamos haciendo el planteamiento para ver qué es lo que vamos a hacer".

Tanto Miryam, desde la Defensoría, como Adriana, desde su papel profesional como psicóloga, señalan que el grupo, sin embargo, no es el mejor espacio para manejar este tipo de situaciones.

Ambas concuerdan en que la contención de estos casos la tiene que hacer la UCR pero el tema es que, según denuncian, ese respaldo y esas acciones reales no han existido por parte de la administración universitaria.

La Universidad no ha hecho absolutamente nada hasta el momento y no se ha preguntado qué es lo que se ha hecho mal ante estas alertas. Esto es gravísimo y por eso esto que inició como un grupo de estudiantes, ahora tiene que intervenirse para prevenir este tipo de situaciones a futuro. Es totalmente necesario hablar y visibilizar lo que está pasando en la UCR porque la administración le está poniendo cero atención al tema y muestra de eso es el trato a los suicidios y a las alertas que ya se han presentado. La institución tiene que tomar cartas, no dejárselo a estudiantes que no están ni capacitados para primeros auxilios psicológicos y que solo le dan 'ok, publicar' a un posteo", señaló Badilla.

Por su parte, Gutiérrez alertó sobre la falta de datos claros que la Universidad tiene respecto a la afectación en la salud mental del estudiantado:

Lamentablemente la UCR no proporciona datos sobre las muertes por suicidio o los intentos de suicidio, entonces lo que hemos recopilado son los datos de personas que se han acercado a nosotros a contarnos la situación por la que están pasando o por la que están pasando las personas conocidas. No hay una forma de preguntarle a la Universidad cuáles son sus registros, son datos que no publican y nosotros tenemos que enterarnos por medio de los mismos estudiantes. Esto es muy duro porque dependemos de los recursos que tenemos".

Este último dato fue confirmado por la Oficina de Información y Divulgación de la UCR (ODI) que tras una consulta realizada por este medio confirmó que:

La universidad no tiene una estadística sobre los casos de suicidio que ocurren en la población estudiantil, pero en algunas ocasiones las familias nos informan para activar las herramientas y protocolos  internos en materia de primeros auxilios psicológicos. Es difícil para la institución hacer una base de datos o recopilar este tipo de información, teniendo en cuenta que a nivel nacional existe un subregistro, ya que es materia sensible, delicada y confidencial, y lamentablemente no es una situación que se nos reporte desde los diferentes mecanismos".

Lo que sí confirmó la Universidad es que los encargados de trabajar esta temática son la Oficina de Bienestar y Salud y la Oficina de Orientación con su equipo médico, de enfermería, de psicología y en el caso de los Centro de Asesoría Estudiantil (CASES), con sus profesionales de trabajo social, psicología u orientación, que son los que identifican estos casos dentro de su trabajo cotidiano.

La Universidad además señaló que sus oficinas de contención en salud mental al estudiantado siguen abiertas y que "han intensificado su quehacer y adaptado todas sus estrategias de acompañamiento para la población estudiantil a la virtualidad", al tiempo que agregaron que "se han implementado estrategias institucionales tales como: el fortalecimiento de los mecanismos de acompañamiento a la población estudiantil en condición socioeconómica difícil, por medio de la ampliación de los recursos destinados al Sistema de Becas, especialmente en materia de beneficios complementarios; así como el acompañamiento en aspectos académicos, de salud mental, socio afectivos y vocacionales, con la finalidad de propiciar el avance hacia el logro de las metas académicas".

Además, señalaron que "cuando las unidades académicas o colectivos estudiantiles nos han convocado hemos acompañado espacios de escucha y desahogo, pero también el establecimiento de conversaciones horizontales que busquen salir de este contexto con la menor afectación posible, especialmente en lo que el tema académico implica".

Sin embargo, tanto Gutiérrez como Badilla señalan que estas acciones no son suficientes. Así lo sostuvo Gutiérrez cuando indicó a este medio que:

Hay que crear una plataforma en la que haya personas profesionales en salud mental capacitadas para atender este tipo de alertas y para eso necesitamos recursos porque las propuestas sobran pero no sé si será el recurso o el interés pero algo nos falta. Publicar consejos como 'descansá lo suficiente, comé sano, tené un grupo de apoyo, sé positivo o hablá con alguien' o sea, todo bien. Pero ¿quién me ayuda a mí si me internan, como a esta chica, en el Hospital Psiquiátrico con una crisis suicida y cuando vuelvo me dicen que me quedé en un curso? Hay carreras donde los profesores no tienen ni un solo curso o capacitación para atender estas situaciones y tenemos mucho que hacer para que la salud mental deje de ser un privilegio".

Por todo lo anterior, la Comisión de Salud Mental de la FEUCR solicitó a la UCR que se implementen otras medidas como sesiones de terapia grupal en la Oficina de Bienestar y Salud para optimizar los recursos ya existentes y que se pueda atender a más personas de forma más ágil, al tiempo que pidieron que en la información que se da en cada curso al inicio del semestre, lleve consigo data y apoyo sobre salud mental para explicar qué se puede hacer en un momento de crisis.

A su vez, pidieron una semana de respiro virtual en todas las carreras que es una medida que ya implementaron carreras como Psicología y Arquitectura y también que se pueda hablar sobre salud mental en cada curso.

Finalmente, solicitaron que se respete el horario de clases "porque hay profesores que terminan las clases incluso a las 11 de la noche o que no respetan los descansos en los cursos", según denunció Gutiérrez.

El tema es que según confirmó la misma universidad, en este momento aún no hay respuesta a esas solicitudes específicas. Según ODI:

En este momento nos encontramos trabajando en una campaña de comunicación en conjunto con la FEUCR, la Oficina de Orientación, la Oficina de Bienestar y Salud, así como la Oficina de Divulgación que busca una mayor integralidad de los esfuerzos que ya se realizan y también comunicarlos de manera más efectiva e integrada. En este sentido el propósito de la campaña es informar a la comunidad universitaria sobre todas las  acciones y herramientas de acompañamiento en materia de Salud Mental que brindan las diferentes oficinas de la VIVE, FEUCR y la UCR en general. Hemos comunicado a la Vicerrectoría de Docencia las preocupaciones y atenciones que las personas estudiantes sufren debido a la virtualidad y tenemos seguridad de que en esta dependencia se están tomando las decisiones de dicha ruta".

En este momento la FEUCR y la Defensoría Estudiantil universitaria están trabajando una propuesta para tomar acciones desde el estudiantado que puedan hacer frente a esta crisis pero las dos solicitan, con urgencia, un mayor apoyo por parte de las entidades universitarias.

Según finalizó Gutiérrez:

La pandemia nos llevó a todos a situaciones que jamás hubiésemos considerado antes y se entiende que es un contexto altamente convulso porque se tuvieron que aplicar medidas en el momento pero ya ha pasado suficiente tiempo y ya se están empezando a ver las consecuencias de no haber vuelto a clases presenciales con medidas de seguridad. Estamos hablando de estudiantes que no tienen condiciones óptimas para recibir clases virtuales y hablamos de personas que dependen por ejemplo de la comida que consumían en la universidad o de sus computadoras o bibliotecas o aquellos que sufren violencia en sus hogares. Por eso, desde mi perspectiva, la virtualidad se ha presentado desde un tema de privilegio y esa es la problemática: que ya no hay motivación, que la calidad de la educación ha bajado muchísimo y que los propios profesores no son flexibles con la nueva normalidad. Eso es lo que está afectando a los estudiantes principalmente en carreras que dependen de la presencialidad como las de ciencias de la salud donde no se puede aprender Medicina, por ejemplo, de forma virtual".

Por su parte, Badilla señaló que es necesaria una declaratoria de emergencia institucional que movilice las acciones de la universidad en esta línea:

Creo que es trascendental hacer una declaratoria de estado de emergencia por la salud mental, creo que no es una situación que se quede en una sola carrera si no que las trasciende a todas. La virtual ha afectado a absolutamente todas las carreras y esto ya llegó a más, por eso se tienen que tomar medidas concretas tanto desde el movimiento estudiantil como desde la administración, exigiendo medidas concretas. Llenar Google Forms sobre cómo te sentís está bien pero hay que llevarlo a acciones concretas y ese es el problema que hemos tenido con la Universidad".

Visibilizar esto no es algo que competa al movimiento estudiantil únicamente, la Universidad tiene el deber de alertar y hacer conciencia en sus administrativos y profesores sobre la situación que están viviendo los estudiantes para cambiar las formas. No puede ser que aquí las citas en la Oficina de Bienestar y Salud sean tan poco accesibles y que uno saque una cita y se la den hasta el otro año, ya estamos peor que la Caja. Por eso nuestros esfuerzos son mínimos si la administración no nos apoya más. Todo esto empezó en Farmacia pero ha trascendido a todas las otras carreras y por eso la Universidad tiene que actuar ya", concluyó la defensora.