"Los trabajadores de Amazon están sujetos de manera involuntaria a un sofisticado experimento de vigilancia digital que está teniendo un impacto desastroso en sus cuerpos y sus vidas"

Esas palabras fueron dadas por Christy Hoffman, Secretaria General de la UNI Global, una alianza compuesta por sindicatos de 22 países.

Recientemente se dio a conocer un informe presentado por dicha organización, llamado The Amazon Panopticon, donde se detalla cómo los empleados de la compañía son analizados constantemente por scanners, cámaras, investigadores privados.

El documento explica que el fin de la constante observación es, no solo que mejoren su productividad y trabajen más rápido, sino también para que no se organicen y terminen formando un sindicato.

Además, cuestiona que, individualmente, ninguno de estos métodos de monitoreo es completamente nuevo, pero el cúmulo de toda la tecnología del lugar de trabajo de Amazon crea una atmósfera de control insoportable.

Ejemplo del modelo es lo que recientemente publicó The New York Times donde indica que "Amazon quema a los trabajadores tan rápido que a los ejecutivos les preocupa que se queden sin gente para emplear".

El Times enfatiza en que Amazon continuó rastreando cada minuto de la mayoría de los turnos de los trabajadores del almacén, desde la rapidez con que empacaban la mercadería hasta el tiempo que permanecían en pausa, el tipo de monitoreo que estimuló una campaña de sindicalización fallida liderada por empleados frustrados en un almacén de Alabama esta primavera.

Ese medio de comunicación señaló que, antes de la pandemia, Amazon perdió alrededor del 3 % de sus asociados por hora cada semana, lo que significa que la rotación entre su fuerza laboral fue de aproximadamente el 150%

Un ex empleado de recursos humanos de la empresa, David Nierkerk, aseguró que el ex CEO de Amazon y persona más rica del mundo, Jeff Bezos, temía una fuerza laboral de larga data, calificándola de "una marcha hacia la mediocridad". 

Esto se debió a que Bezos creía que las personas eran inherentemente perezosas. “Lo que él diría es que nuestra naturaleza como humanos es gastar la menor cantidad de energía posible para obtener lo que queremos o necesitamos”.

Otro caso similar es el reportado por Bloomberg News, que informó que los conductores de Amazon son despedidos por contratiempos menores que un gerente normalmente habría ignorado.

En ese trabajo se cuenta la historia de Stephen Normandin quien pasó casi cuatro años corriendo por Phoenix entregando paquetes como conductor contratado para Amazon.com Inc. Luego, un día, recibió un correo electrónico automático. Los algoritmos que lo seguían habían decidido que no estaba haciendo su trabajo correctamente.

El informe de UNI añade que las tácticas invasivas de la compañía se expanden rápidamente a través de los centros logísticos del comercio electrónico y también a otros empleadores e industrias, a gran ritmo.

Da el ejemplo: en la industria de los centros de llamadas, junto con la rápida introducción del teletrabajo, las empresas están implementando sofisticados programas de monitoreo en los hogares de sus trabajadores, colocándolo en los lugares de trabajo dentro de la casa.

El documento profundiza en que la rotación es alta tanto en Teleperformance, el mayor empleador de centros de llamadas (alrededor del 80% anual), como en Amazon, 150%. Advierte que huir de un trabajo no es una respuesta a largo plazo, ya que la tecnología deshumanizante se convierte cada vez más en la norma en todas partes.

Los humanos deben seguir al mando de las consecuencias de la gestión algorítmica. Cualquier decisión disciplinaria o de despido debe ser tomada por un humano, no por un algoritmo. Las jurisdicciones que ya prohíben los despidos injustos deben incorporar este punto en el marco legal", enfatiza UNI Global.

Algunos sindicatos en Europa piden a la Unión Europea que regule el peligro de abusos en el uso de la inteligencia artificial (IA) en el trabajo como parte de las próximas Directivas sobre Digitalización. La élite política de todas partes pide el uso "ético" de la Inteligencia Artificial.

Al respecto, la miembro del Parlamento Europeo, Leïla Chaibi, dijo:

Las ambiciones de Amazon que se describen en este informe son la reminiscencia de una distopía: la robotización y el control total del individuo como trabajador. Esta desaparición del ser humano en favor de la rentabilidad empresarial debe prohibirse. Debemos hacer que Amazon cumpla sus deberes como empresa y legislar para proteger a los trabajadores”.