Plástico y medio ambiente, aborto legal, eutanasia legal, Estado laico… La diputada Paola Vega no eligió tratar con un tema difícil durante su gestión, parece haber elegido tratar con todos ellos al mismo tiempo. “Algunos políticos creen que sobra el tiempo, pero a mí me acongoja lo rápido que pasa el tiempo”, me dijo en el nuevo episodio del podcast De Tripas Corazón.

Yo cuando asumí la diputación, asumí que venía a ser valiente o mejor no me metía en esto”.

Y valiente debe ser, porque independientemente de que se esté de acuerdo o no con sus posiciones, lo cierto es que Paola Vega es una mujer que dice lo que piensa y lucha por lo que cree… a ojos vistas de todo el mundo. En un país donde ciertos temas parecen intocables, y menos por una mujer. ¿Por qué exponerse tanto? ¿Cómo se siente? Eso era lo que me interesaba cubrir la primera y única vez que he hablado con ella.

No alineada

Cuando Paola era más joven, nunca pensó en el feminismo. No tuvo necesidad porque todo lo había tenido fácil al ser criada por una “mujer maravilla”, como ella misma describe a su madre. Su ejemplo quizás hizo que Paola pensara que todas las mujeres llevaban vidas así de empoderadas y que todas eran criadas con el mismo nivel de respeto y seguridad que ella.

Con el tiempo, se dio cuenta de que eso no era así. Para nada. Constatarlo en la arena política es especialmente tóxico. “Sabía en lo que me metía, pero no tenía idea de lo fuerte que iba a ser”, reflexionó durante nuestra conversación, “Al ser mujer, cuando se habla de temas tabú, no te atacan el argumento si no que te insultan por ser mujer”.

La internet ha ofrecido una comunicación directa, que la diputada maneja personalmente, pero también han representado un reto especialmente duro. Paola ha aprendido con el tiempo a lidiar con los troles y la violencia en línea. Pero confiesa que nunca se supera, “somos humanos y hay días que el abrir las redes sociales no es nada fácil”.

Pasión

Para esta diputada, lo más difícil de la política es aprender a atenuar la pasión, para procurar construir puentes y llevar la agenda del país hacia adelante. Esto debe ser durísimo, porque Paola está convencida de la enorme necesidad de los temas que su despacho maneja. Para ella, negociar en una Asamblea Legislativa tan polarizada debe sentirse como intentar correr en arenas movedizas.

Sin embargo, hay días que alimentan su optimismo. Un día, en el parque de la Asamblea, un diputado/pastor se le acercó para confesarle que él nunca había conocido un ateo. “Yo pensé que los ateos eran gente mala, pero usted no lo es. Siento que con usted puedo construir”. Ese día Paola volvió a su casa para abrazar a su familia gatuna, llena de agradecimiento y esperanza.

“Nevertheless, she persisted” es una expresión adoptada por el movimiento feminista, especialmente en Estados Unidos. Se hizo popular en el 2017 después de que el Senado de los Estados Unidos votara para requerir que la senadora Elizabeth Warren dejara de hablar durante la confirmación del senador Jeff Sessions como Fiscal General. El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, comentó que “a pesar de todo, ella persistía”. Paola Vega busca seguir ese ejemplo y utilizarlo como inspiración. A pesar de todo, persiste.

Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio.