La levantadora de pesas Laurel Hubbard se convertirá en la primera atleta transgénero que compite en los Juegos Olímpicos tras ser seleccionada por Nueva Zelanda para la categoría superpesada (más de 87 kilos) femenina.
La deportista de 43 años, quien será la levantadora de más edad en las olimpiadas, sufrió una importante lesión en 2018 y logró recuperarse en 2019 para realizar los respectivos torneos clasificatorios hacia Tokio 2020.
Al enterarse de su selección, Hubbard destacó los desafíos que enfrentó en su viaje a los Juegos Olímpicos y agradeció a sus seguidores:
Estoy agradecida y honrada por la amabilidad y el apoyo que me han brindado tantos neozelandeses (...) Cuando me fracturé el brazo en los Juegos de la Commonwealth hace tres años, me informaron que mi carrera deportiva probablemente había llegado a su fin"
Hubbard es elegible para competir en los Juegos Olímpicos desde 2015, cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) emitió directrices que permiten a cualquier atleta transgénero competir como mujer siempre que sus niveles de testosterona estén por debajo de 10 nanomoles por litro durante al menos 12 meses antes de su primera competición.
El director ejecutivo del Comité Olímpico de Nueva Zelanda, Kereyn Smith, agregó:
Además de estar entre las mejores del mundo para su evento, Laurel ha cumplido con los criterios de elegibilidad de la IWF, incluidos los basados en las pautas de la Declaración de Consenso del COI para los atletas transgénero. Reconocemos que la identidad de género en el deporte es un tema muy delicado y complejo que requiere un equilibrio entre los derechos humanos y la equidad en el campo de juego"
El presidente de halterofilia olímpica de Nueva Zelanda, Richie Patterson, también comentó:
Laurel ha mostrado valor y perseverancia en su regreso de una lesión importante y en la superación de los desafíos para recuperar la confianza en la plataforma de competencia"
La convocatoria de Hubbard a Tokio fue oficializada y replicada por diferentes medios internacionales este lunes.