Gracias a la situación actual que se vive a nivel mundial por la pandemia de COVID-19, se ha experimentado una crisis económica que ha afectado a muchas familias, y a los países en sí. El hecho de tener que establecer una cuarentena y permanecer en casa para velar por la salud, afecta a los comercios, y con ello la economía de cada país.
En Costa Rica, con el aumento de los despidos en los trabajos y las restricciones que se han aplicado —cerrando establecimientos y locales con el fin de que no se formen aglomeraciones de personas— han afectado a las sociedades que forman parte del país ya que al no haber trabajo no hay ingresos o hay una considerable reducción de ellos y se tiene que recurrir al ahorro, por lo que los comercios nacionales están en crisis. Todo esto es un círculo que termina perjudicando al país, los negocios al tener ganancias que a duras penas dan abasto para mantener un local comercial, tienen que recurrir al despedido de las personas que trabajan ahí y así las familias de estas se ven afectadas también. Estos son casos que se viven a diario desde que la pandemia comenzó, sin embargo, esto no quiere decir que antes de la pandemia estas cosas no sucedían, sino que, debido a esta situación la cantidad de casos como estos han aumentado.
Los países tienen un arduo trabajo y una importante función a la hora de pensar en cómo reactivar la economía, sin llegar a poner en un peligro innecesario a la población, buscando soluciones que sean innovadoras, pero a la vez prácticas, que funcionen y den como resultado lo que se pretende, que es salvar la economía de los países. Hay que recalcar que esto no es solo trabajo de los gobiernos, sino también, de las sociedades y las personas que pertenecen a ellas, ya que tienen que proponerse cumplir con las medidas que vayan a plantear los países y aceptar que para el avance y el progreso de esto se requiere trabajo en equipo y si una parte no cumple con su tarea no se logrará el objetivo deseado.
Ahora más que nunca es esencial poner nuestra salud y la de nuestros seres queridos de primero, pero a la vez es necesario pensar en el futuro del país una vez que todo esto acabe. Así que, si está en las posibilidades de cada quien ayudar con la reactivación de la economía del país, no hay que dudar en hacerlo, ya que será para el beneficio de todos y todas.
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