Holly Simpson trabajaba para una empresa multinacional y estaba ascendiendo. Su equipo de trabajo colaboraba perfectamente y su jefa la apoyaba y le daba suficiente espacio para que pudiera, además, manejar su propio negocio. Era una situación ideal, pero Holly tenía que tomar una decisión. Su pequeña empresa estaba creciendo, se estaba convirtiendo en más que un pasatiempo o una fuente de ingreso extra. El producto que ella vendía era muy particular, pero le apasionaba: productos para perros creados por artesanos británicos con materiales de insuperable calidad. Definitivamente un nicho de mercado, por lo que lanzarse al agua era un riesgo enorme. En el 2015, Holly finalmente se decidió a dar el salto, y de eso me cuenta en el nuevo episodio del podcast De Tripas Corazón, grabado en inglés porque ella es británica.

Hacer la tarea

Quizás lo normal habría sido estar nerviosa, tener un poco de miedo, luchar por contener la ansiedad y las dudas. Pero esto no le pasó a Holly, quien antes de dar cualquier paso se asegura de hacer la tarea para evitar todo tipo de sorpresa. Primero, habló con quienes ya habían comprado sus productos, y con quienes podrían estar interesados en comprarlos. Con esa información, hizo investigación y rediseñó su oferta. Para ella, lo más importante era ser humilde y estar siempre más que dispuesta a aprender y adaptarse.

Cada vez que se encontraba con un reto, Holly lo desmenuzaba hasta convertirlo en un conjunto de mini-problemas solucionables. Esto le permitía no únicamente evitar abrumarse o congelarse, si no que además, le ayudaba a mantenerse motivada. “Creo que para poder vencer la ansiedad, es muy importante celebrar cada pequeño éxito”, me contó, “si divido las tareas en una serie de acciones, cada vez que termino algo siento que estoy avanzando”.

Piel gruesa

En inglés se dice que hay que tener una “piel gruesa” para poder soportar las dificultades. Es una especie de escudo emocional en el que las desilusiones nos duelen un poco menos. Holly está de acuerdo, pero su piel gruesa se ha desarrollado a través de la información. El investigar y prepararse para todos los posibles escenarios, hace que Holly ya tenga un plan de contraataque ante cada adversidad. “Tengo muchísima suerte de estar donde estoy y de tener un negocio que me encanta”, me dijo “pero detrás de escenas hay muchísimo trabajo para poder lograrlo”.

Para esta empresaria, la vulnerabilidad es una fortaleza invaluable en los negocios. “Quien soy a nivel personal y a nivel público es exactamente igual. Por eso la vulnerabilidad es una herramienta, porque tenés que manejar bien la incertidumbre y la exposición emocional”, compartió Holly durante el podcast, “es cierto que te cuestionás más a ti misma, eso significa que tus acciones son consideradas con más cuidado”.

A través de su marca, Teddy Maximus, Holly ha descubierto que tiene mucha más energía de la que originalmente pensó. Y también descubrió la fuerza que surge cuando se atreve a pedir ayuda y a apoyarse en su familia y amigos.

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