Por Kevin González Benavides – Estudiante de la carrera de Derecho

A lo largo de la historia conocemos que, respecto al ambiente y su cuidado, han salido miles de teorías, desde la más científica hasta la más disparatada sin fundamento alguno. Muchas personas han tomado todo lo relacionado con la crisis ambiental con suma importancia, ya que presenta una amenaza para el planeta con el paso de los años, pero este tema va más allá y ha sido utilizado en la política más rancia de todas, donde dicen proteger, pero, en realidad, todo va de lado del beneficio de unos cuantos sin compromiso alguno con el planeta.

Hace unos treinta años atrás se desconocía completamente de este tema, muy pocas personas de verdad le prestaban la atención necesaria y la comunidad internacional no tenían la más mínima idea de lo que estaba sucediendo. Por dicha, en la actualidad, muchas personas han tomado conciencia real de lo que está sucediendo. No obstante, si nos ponemos analizar más el contexto actual y la realidad de las personas que hace tres décadas atrás nos comentaban acerca de lo que podía ocurrir, solo me pone a pensar en lo difícil que puede ser, y los muchos “se los dije” que pueden pasar por la cabeza de estas personas. Sin embargo, esto no debe mantenerse como un argumento de disenso entre las partes, más bien, todo lo contrario: no es cuestión de comenzar a señalar quiénes no tomaron la iniciativa en la comunidad internacional. El planeta se encuentra en un estado completo de necesidad, lo que se requiere es hacer conciencia, principalmente, a las personas que se encuentran en puestos de trascendencia, en especial, quienes tienen el deber de la toma de decisiones.

Debemos lograr que se siente un precedente para que todas las personas puedan aportar su granito de arena, porque los efectos que fungen como evidencia clara del cambio climático cada vez son peores de lo que imaginamos. Siempre hemos subestimamos el impacto, no es que podamos decir que sabíamos que iba a pasar, pero cuando sucede se vuelve a cometer el error de señalar a alguien más, ya sea persona física o, como comúnmente se practica, el Estado. Debemos ir cambiando esas ideas y comenzar a tomar protagonismo. Si no se obtiene un compromiso internacional de parte de todas las personas que se mueven por estos ámbitos, nunca se podrá lograr nada.

Cabe aclarar que los principales protagonistas en esta historia somos nosotros, los que tenemos la gran arma que es la democracia. Si elegimos a conciencia a personas que nos representen con un claro y consciente cuidado por el ambiente, estaremos dando pasos agigantados que el planeta nos va a agradecer. Por eso, si nos proponemos en conjunto esta idea, podemos hacer un mundo mejor, porque no estaríamos creando un único héroe que sería el Derecho internacional como protector del ambiente, sino también miles de héroe alrededor del mundo que desean contribuir en esta misión.