La selección costarricense de fútbol sala logró, por tercera vez consecutiva, coronarse campeona de CONCACAF al vencer 3-2 a su similar de Estados Unidos. Con notable control sobre los norteamericanos, el equipo patrio logró hacer historia al obtener un tricampeonato del área, confirmando así su supremacía en Norteamérica, Centroamérica y el Caribe.

Los encargados de abrir el marcador fueron los estadounidenses, con un contraataque y una buena jugada individual del nacionalizado Luciano González que logró poner el 0 a 1.

El gol llegó cuando Costa Rica jugaba mejor. Pese al golpe anímico, los ticos no bajaron los brazos y lograron el gol del empate con un buen movimiento en corto y un remate de primera intención por la banda interior.

Posterior a esta jugador, Costa Rica siguió insistiendo y esta vez apareció Juan Alonso Cordero para colocar el 2 a 1. El gol volvió a caer por la misma banda y con un remate fuerte al ras del suelo. 

Todo apuntaba a goleada tricolor, pero la selección estadounidense reaccionó de inmediato y logró llegar al empate con uno de los mejores goles del torneo. Zach Reget protagonizó una jugada de fantasía y bañó al portero César Vargas.

El jugador más talentoso de Costa Rica, Milinton Tijerino Calderón, vio este gol como un reto personal y con una finta maestra, elaboró una jugada grupal de ensueño. La serie de pases fue culminada por Daniel Gómez. 

En el tiempo complementario, el juego fue muy distinto, ya que no hubo goles pero sí muchas emociones al ver dos selecciones defendiendo con todo e intentando ir a la ofensiva para anotar.

Los últimos minutos fueron de dientes apretados, pues Estados Unidos pasó a un sistema 5-0 para intentar ir con todo por el empate, pero la buena resistencia defensiva de los nacionales dio resultado.

En lo que respecta a los premios individuales, Costa Rica también se vio muy beneficiada, ya que Milinton Tijerino fue elegido como el mejor jugador del premundial, mientras César Vargas se llevó el premio a mejor arquero de la región.