La UCR ya inició los trámites correspondientes para donar los diez ventiladores a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), con el fin de que estén a disposición de esta institución en caso de emergencia. 

Los dispositivos pueden usarse para la atención de pacientes de primera línea, que necesitan un soporte respiratorio, así como para los pacientes en estado crítico. Están diseñados para emplearse tanto de forma invasiva, como no invasiva.

Los equipos fueron sometidos a ensayos con simuladores de última generación del Centro de Simulación en Salud de la UCR. Igualmente, se sometieron a pruebas preclínicas en biomodelos porcinos.

Aún no se han efectuado las pruebas clínicas con humanos, ya que para esto se requiere la elaboración de protocolos específicos para este tipo de dispositivos, ya que en Costa Rica no existe industria de equipos biomédicos.

Tras un año de trabajo, el equipo de investigadores del proyecto “Respira UCR” culminó de forma exitosa la construcción de un lote de diez ventiladores mecánicos, que cumplen con todos los estándares de calidad establecidos a nivel internacional para un dispositivo de alta tecnología.

La iniciativa nació en marzo de 2020 para poner a disposición del país un prototipo de ventiladores de bajo costo y de fácil construcción, ante la actual crisis sanitaria. Inicialmente, el proyecto se planteó como una solución para la atención primaria.

Los dispositivos biomédicos fueron fabricados en su totalidad en la Universidad de Costa Rica (UCR), con el apoyo  de distintas empresas, instituciones gubernamentales, embajadas, profesionales de diferentes disciplinas y personas, quienes se constituyeron en aliados estratégicos de la iniciativa.

El prototipo ha pasado por varias etapas de construcción y perfeccionamiento, hasta convertirse en un dispositivo biomédico de clase 3, que no se fabrica en Costa Rica. De acuerdo con sus creadores, los instrumentos poseen pantallas táctiles, son portátiles y de fácil uso para los profesionales de la salud.

Utilizan, además, baterías de litio, lo que garantiza su funcionamiento sin estar conectados a la electricidad y posibilitan su uso en el traslado de pacientes.

El coordinador del equipo de investigadores, Ralph García Vindas, aseguró que los ventiladores son iguales, en cuanto a medidas de seguridad, que un ventilador mecánico comercial de gama 3.

Cuenta con todas las alarmas necesarias, sonoras y visuales, y monitorea todos los parámetros, como lo hace un ventilador mecánico de cuidados intensivos”.

Según destacó García, las pruebas clínicas con humanos serán el próximo paso. Sin embargo, el compromiso asumido por la UCR será liberar los planos a la región centroamericana, para que los países de la región puedan construir sus propios ventiladores.

Entre los donantes y colaboradores del proyecto “Respira UCR” se pueden mencionar a las empresas Roche, Fedefarma, Elvatron y Servimetal, entre otras. Asimismo, a las embajadas de China, Corea, Alemania y Suiza.