En el Pacífico Central 65 fincas ganaderas cerraron su ciclo de conversión hacia una producción más limpia, amigable con el ambiente y adaptada al cambio climático. Con ellas son 628 el total de fincas inmersas en el proyecto “Alternativas tecnológicas sostenibles para afrontar los efectos del cambio climático y aumentar la capacidad de adaptación en los sistemas ganaderos de la región Pacífico Central de Costa Rica”, que busca mejores prácticas ambientales en la producción agrícola y pecuaria.

La iniciativa se desarrolló entre 2018 y 2020, en fincas ganaderas de los cantones de Orotina, San Mateo, Esparza, Parrita, Quepos, Garabito, Montes de Oro y el cantón central de Puntarenas (distritos Chomes, Monteverde, Isla Chira y Acapulco), con una inversión superior al millón doscientos mil dólares.

El programa es un esfuerzo articulado de las Agencias de Extensión Agropecuaria del Ministerio de Agricultura y Ganadería; de Fundecooperación para el Desarrollo Sostenible, por medio del programa Adapta2+ con el apoyo del Fondo de Adaptación, la Dirección de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente y Energía y la Fundación Costa Rica Estados Unidos de América para la Cooperación (CRUSA).

El ministro de Agricultura y Ganadería, Renato Alvarado Rivera, dijo que estas iniciativas encaminan a una ecocompetitividad que se quiere para la ganadería costarricense.

Esta vez son 65 fincas ganaderas las que cierran su ciclo de conversión hacia una producción más limpia, amigable con el ambiente y adaptada al cambio climático; logrando en este proceso, además, mejorar los rendimientos por hectárea y la calidad de vida de las familias productoras".

Al respecto, la Directora Ejecutiva de Fundecooperación, Marianella Feoli Peña, explica que les llena de satisfacción que las fincas lograran implementar medidas de adaptación al cambio climático, gracias a que las personas dueñas de fincas comprendieron la importancia de adaptarse y ser resilientes.

Adicionalmente, el Programa Adapta2+ brindó a estas fincas financiamiento por medio de fondos no reembolsables y las personas dueñas de las fincas aportaron la contrapartida para invertir en la implementación de medidas de adaptación en sus fincas”.

En términos generales el proyecto estimó un incremento en la rentabilidad de los sistemas de alrededor del 5% anual; así como una percepción más positiva por parte de los productores respecto del futuro y la forma de afrontar el cambio climático y demás retos.

Resultados 

Con un total de 65 familias beneficiarias, el proyecto promovió diferentes tecnologías. Entre los trabajos, se dieron, por ejemplo, mejoras en infraestructura de industrialización y procesamiento de lácteos, siembras de árboles, hasta mejoras en la gestión del agua y riego tecnificado.

Además, se logró el fortalecimiento del servicio de extensión gracias a la adquisición de equipos como GPS, picadoras, básculas de pesaje, un dron, medidores láser y equipos para ensilaje, a fin de poder beneficiar a otras personas productoras y agremiadas de 10 organizaciones regionales.

Otro aspecto importante del proyecto fue la gestión de capacidades, ya que facilitó la capacitación de alrededor de 750 personas productoras, en temas de adaptación al cambio climático.

Las diferentes prácticas llevan siempre como objetivo la conservación del suelo, la buena gestión del recurso hídrico y la protección del ambiente en general.